La OMS advierte que esta variante de la enfermedad, con casos confirmados en siete países fuera de África, supone un alto riesgo para la salud pública mundial. En el continente africano, el brote continúa afectando gravemente a 20 países, con más de 13.000 casos y 57 muertes registradas en lo que va del año.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una contundente alerta el pasado martes 10 de diciembre sobre los riesgos asociados al clado Ib de la enfermedad mpox, calificándolo como una amenaza de alto riesgo para la salud pública, tanto a nivel nacional como internacional. Según el más reciente informe sobre la situación multinacional de esta enfermedad, la variante clado Ib, identificada principalmente en África, ha comenzado a expandirse a otros continentes, representando un desafío significativo para los sistemas de salud globales.
Propagación del clado Ib fuera de África
Desde el último informe de la OMS, Canadá y Estados Unidos confirmaron sus primeros casos de mpox clado Ib, sumándose a una lista de siete países fuera de África que han detectado esta variante. Suecia, Tailandia, Alemania, Reino Unido e Irlanda del Norte, e India ya habían reportado casos previos relacionados con viajeros procedentes de África Oriental y Central.
En Reino Unido, cinco casos han sido confirmados, de los cuales tres corresponden a contactos familiares de un viajero infectado. Por su parte, India identificó un caso en un viajero desde los Emiratos Árabes Unidos, aunque este último país no ha registrado infecciones oficiales.
África: epicentro del brote
El mpox sigue teniendo un impacto devastador en África, especialmente en la región central y oriental del continente. Según la OMS, se han registrado 13.171 casos confirmados y 57 muertes en 20 países en lo que va de 2024. La República Democrática del Congo (RDC) es el país más afectado, con 9.513 casos confirmados y 43 fallecimientos, seguida de Burundi (2.334 casos y una muerte) y Uganda (785 casos, incluidas cuatro muertes).
A pesar de esta crítica situación, siete países africanos —Gabón, Guinea, Marruecos, República del Congo, Sudáfrica, Zambia y Zimbabue— no han notificado nuevos casos en las últimas seis semanas. Según el Marco Estratégico 2024-2027 de la OMS, podrían considerarse en fase de control del brote si se verifica una adecuada vigilancia epidemiológica.
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El clado Ib y el clado Ia: diferencias y riesgos
El informe de la OMS distingue entre dos variantes principales del mpox: el clado Ib, responsable de la mayor parte de los casos en zonas no endémicas, y el clado Ia, que afecta principalmente a regiones endémicas en la RDC con casos esporádicos en otros países de África Central y Oriental.
Mientras el clado Ia presenta un riesgo moderado de difusión internacional, el clado Ib preocupa por su alta capacidad de propagación fuera de África. Esta situación llevó al Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional a declarar el brote como una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII).
Declaraciones y medidas de la OMS
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, coincidió con el Comité de Emergencias en la necesidad de mantener la emergencia de salud pública activa, formulando recomendaciones revisadas para contener la enfermedad. Estas incluyen la mejora en la vigilancia epidemiológica, la implementación de medidas preventivas y la preparación de los sistemas de salud para enfrentar brotes.
Un llamado a la acción global
El recrudecimiento del mpox subraya la necesidad de una respuesta global coordinada. Los sistemas de salud de los países afectados, tanto dentro como fuera de África, deben fortalecer su capacidad para detectar y contener la enfermedad. Además, la OMS instó a la comunidad internacional a priorizar la investigación sobre el mpox y el desarrollo de estrategias efectivas para prevenir su expansión.
El mpox, y particularmente su variante clado Ib, representa no solo un desafío para los países directamente afectados, sino también una prueba para la capacidad global de respuesta ante emergencias sanitarias. La colaboración internacional será clave para mitigar el impacto de esta amenaza en la salud pública mundial.
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