Ernesto Cardoso Camacho
Llegó la recta final de los procesos políticos que definen los candidatos a integrar las respectivas listas para Cámara y Senado.
Lo que se observa con nitidez es que la crisis al interior de los partidos tradicionales, así como en los nuevos y aún en los movimientos ciudadanos que participan en el evento electoral de Congreso próximo; dicha crisis se agudiza y rompe todos los esquemas posibles para que el consenso y los acuerdos razonables y argumentados; terminen desplazados por la imposición de quienes vienen ocupando y consolidando sus maquinarias clientelistas.
Este fenómeno que sin duda afecta cada vez con mayor fuerza a la débil democracia colombiana, tiene su raíz en dos hechos que hacen parte del perverso sistema político y electoral consagrado en la constitución y la ley. El primero de ellos es el abuso del mecanismo del aval. Y el segundo, la ausencia de democracia interna en los partidos que sin duda les permitiría consultar a sus bases de militantes y de simpatizantes con sus propuestas ideológicas y programáticas.
Otro aspecto de la observación se focaliza hacia la pérdida del poder burocrático del Estado y de la capacidad de contratación, dos factores fundamentales del sistema clientelar con que han operado desde hace muchos años tales partidos, principalmente el liberal, el conservador, C.R y el Centro Democrático. Ya no es posible desconocer que con el triunfo del presidente Petro, esos partidos fueron desplazados de tales prebendas y por ello es que se han colocado en la cruda y radical oposición, disfrazada de sentimientos patrióticos para defender la institucionalidad y la democracia.
Aquí cabe la mordaz pregunta a la que ha recurrido el presidente Petro. Se han destruido esas instituciones y la democracia del país en 4 años de petrismo; o es un fenómeno que viene acumulado de años y décadas en las cuales han gobernado los que hoy posan de ser sus defensores a ultranza? La pregunta es no solo mordaz si no que además tiene mucho de argumento.
El hecho cierto que hoy se percibe es que los partidos se convirtieron en fábricas de avales y en donde como lo estamos viendo, dirigentes destacados migran hacia otros escenarios políticos en los cuales buscan consolidar liderazgos represados en sus respectivas organizaciones políticas. Pero también se han visto casos recientes en los cuales se les invita a migrar y cuando deciden ingresar se les tira la puerta en las narices, para defender espacios que consideran conquistados de por vida.
Ya se conocen varias listas definidas para la Cámara del Huila donde se ofrecen 4 curules y se calcula un umbral indispensable entre 55 y 60 mil votos, así como una cifra repartidora que es la que como su nombre lo indica reparte o asigna las curules. Para llegar a la competencia, los partidos y movimientos deben decidir si escogen el sistema de lista cerrada o abierta, decisión que va implícita al inscribirse la lista, así como los respectivos avales para cada candidato.
De las ya inscritas como son la liberal, la de C.R, la del partido Mira, y las que aún están en proceso de definición, quedan pendientes hasta el plazo legal máximo del lunes festivo 8 de diciembre a las 6 pm, las de C.D, Verdes, PH, Salvación Nacional y otras que están en camino de configurarse.
En estas circunstancias es posible prever que las que pasarían el umbral son la liberal, C.R, Verdes y PH, mientras las que quedarían en salmuera serían las de C.D y las otras.
Al respecto, con la venia de los amables lectores, siendo este columnista integrante de la Dirección Territorial del C.D, hago un vehemente llamado al presidente Uribe, a la Dirección Nacional y a los equipos políticos que hoy son protagonistas del C.D; a que depongan sus personales y mezquinos intereses, y a que busquemos mínimos consensos que permitan restablecer una lista abierta y en coalición con el Mira, para poder competir por una de las 4 curules con reales posibilidades electorales. Bien se sabe que el Mira ya inscribió su lista, pero debe recordarse que, si se hace el esfuerzo necesario por el presidente Uribe con las directivas nacionales de ese partido, todavía es posible regresar al escenario del lunes pasado, antes de que lanzaran el petardo para implosionar la lista. En derecho las cosas se deshacen como se hacen, aforismo jurídico que aquí tendría plena validez. Solo es necesaria la buena voluntad y actuar de buena fe.
