El psiquiatra José Carbonell asegura que no existe una fórmula perfecta para la diferencia de edad en una relación. La clave está en la madurez emocional, la conexión y la complicidad entre las partes, más allá de lo que diga la sociedad.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
La diferencia de edad entre las parejas es un tema que siempre despierta debates, opiniones encontradas y hasta prejuicios. Mientras algunos defienden que el amor no tiene edad, otros consideran que una brecha amplia puede ser un obstáculo difícil de superar. Sobre este asunto habló recientemente el psiquiatra José Carbonell, quien a través de sus redes sociales compartió su visión basada en años de experiencia clínica y en la observación directa de quienes acuden a consulta buscando respuestas.
¿Existe la diferencia de edad ideal?
Carbonell, licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra, asegura que esta es una de las preguntas más recurrentes que recibe: “¿Cuál es la diferencia de edad perfecta que debe tener una pareja?”. Sin embargo, su respuesta es clara: no existe una cifra mágica.
“El otro día leía un estudio donde daban opciones, cinco, diez años o quince años. ¿Hablamos de la madurez de determinadas personas siendo muy jóvenes o de cómo esas relaciones de diferencia de edad pueden enfrentarse al paso del tiempo? La verdad es que lo que yo veo en consulta es que todo vale”, explicó.
Para el especialista, el punto central no es la edad cronológica sino la madurez emocional de cada persona. Una relación puede funcionar con pocos años de diferencia o con una brecha amplia, siempre que exista una conexión auténtica y sólida entre ambos.
El peso de la conexión emocional
Carbonell insiste en que la clave de una relación duradera es la conexión a nivel emocional, intelectual y cultural. “El hecho de que cuando tú estás con una persona, esa persona te entienda. Y si a mí me dice que tiene tantos años más o menos, pero que ha logrado conectar a nivel intelectual, cultural, emocional, que son cómplices, que tienen los mismos intereses, la misma energía, la misma ilusión, pues en ese momento le digo que están funcionando como pareja”, señaló.
El psiquiatra sostiene que, en la práctica, lo que importa es que las dos personas tengan afinidades, empatía y proyectos compartidos. Eso, sumado al compromiso de cuidar la relación, es lo que puede marcar su éxito en el tiempo, más allá de los números.
Romper con los prejuicios sociales
Una de las advertencias de Carbonell es que muchas parejas se ven condicionadas por lo que opina la sociedad. Las críticas externas, los estereotipos o incluso las bromas pueden convertirse en una presión extra que afecta el vínculo.
El especialista recomienda a las parejas no dejarse llevar por esos comentarios y enfocarse en lo que funciona entre ellos. “Existen varios factores fundamentales, pero lo que yo diría es que no se dejen influenciar por la opinión de la sociedad ni por lo que los demás digan, si lo que han encontrado funciona entre ustedes”, insistió.
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Más allá de la edad: factores que influyen
Según Carbonell, la edad no garantiza la felicidad ni la estabilidad. Incluso las parejas con la misma edad pueden enfrentar dificultades que nada tienen que ver con los años.
Entre los factores determinantes menciona el deseo de tener hijos, la posibilidad de emprender un negocio en común, los intereses compartidos y la capacidad para enfrentar juntos los retos de la vida cotidiana. La longevidad de una relación, asegura, depende de cómo la cuiden día a día y de la disposición que tengan para superar obstáculos.
“El tiempo va a funcionar, depende de cuánto lo cuiden y de que sean conscientes de las complejidades y complicaciones que puede tener el hecho de que exista una diferencia de edad”, manifestó.
Felicidad más allá de las estadísticas
Carbonell también hace referencia a lo que observa en su consulta diaria: parejas con una gran diferencia de edad que viven relaciones plenas y felices. Para él, esto es una prueba de que las estadísticas o los patrones sociales no siempre reflejan la realidad individual.
“Garantizo una cosa: en consulta veo muchas veces a personas con una gran diferencia de años que son felices. Por consiguiente, al final las estadísticas son estadísticas; lo más importante es lo que tú y esa persona decidan hacer con sus vidas”, concluyó.
Un debate que continúa abierto
El análisis de José Carbonell deja en evidencia que no hay recetas universales para el amor. Cada pareja construye su historia en función de sus circunstancias, de la madurez con que enfrenten las diferencias y de la fuerza de su vínculo emocional. La edad puede ser un dato más, pero no un obstáculo insalvable si existen complicidad, respeto y cuidado mutuo.
En un mundo en el que los prejuicios aún pesan, la invitación del especialista es clara: dejar de lado las presiones externas y valorar lo que cada relación aporta a la vida de quienes la conforman.

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