La profunda caída en la formación de nuevas unidades productivas —que en junio se desplomó 77 %— revela un deterioro silencioso en el tejido empresarial del país. Falta de crédito, incertidumbre macroeconómica y menor rentabilidad están detrás de la crisis. En el Huila, el panorama es aún más crítico: la creación empresarial cayó 100 % en el periodo evaluado.
DIARIO DEL HUILA, ANALISIS
La creación de empresas en Colombia vive uno de los momentos más difíciles de los últimos años. Los datos revelados por Informa D&B y por la Dinámica Financiera–Empresarial muestran una preocupación creciente entre analistas, gremios y autoridades locales: el país está perdiendo velocidad en la formación de nuevas unidades productivas, un indicador clave para medir la vitalidad económica.
En junio de 2025 solo se crearon 4.038 empresas, un desplome del 77 % frente al mismo mes del 2024. El primer semestre cerró con 91.992 empresas nuevas, muy por debajo de las 135.070 registradas un año atrás. Una caída del 32 % que no se veía desde los años posteriores a la pandemia.
Pero el deterioro no se distribuye por igual. Algunos departamentos lograron resistir, como Córdoba, que presentó un tímido crecimiento del 13 %. Otros, como Huila, Tolima, Cauca, Casanare y Caquetá, sufrieron caídas del 100 %, lo que significa que la creación empresarial prácticamente se paralizó.
Un frenazo anunciado: cómo se acumuló la tormenta
Los datos muestran que la desaceleración no es repentina. Desde 2022 la curva de creación de empresas viene bajando, pero en 2025 el descenso se precipitó.
• En el primer trimestre de 2022 se crearon 88.866 empresas.

• En el primer trimestre de 2025, solo 59.640.Una caída del 33 %.
En el segundo trimestre la situación fue peor: de 77.550 empresas en 2022 se pasó a 32.352 en 2025, una reducción del 58 %, el punto más bajo de la serie.
Los analistas señalan tres factores principales:
1. Incertidumbre macroeconómica
El país enfrenta una inflación aún por encima del rango meta, menor inversión privada y un clima político que ha generado cautela entre empresarios. La volatilidad del dólar y el debate sobre las reformas ha incrementado la percepción de riesgo.
Un investigador del informe lo resume así:“Cuando las empresas dejan de nacer, la economía pierde su pulso vital. Hoy el emprendedor colombiano está esperando, no arriesgando.”
2. Tasas de interés y endeudamiento
Las empresas pequeñas —especialmente las micro— enfrentan condiciones crediticias que dificultan la financiación inicial.
Según el informe, muchas compañías “están atrapadas entre tasas altas y márgenes bajos”.Cada peso destinado a intereses reduce la posibilidad de invertir en inventario, adecuaciones o contratación.

3. Barreras de entrada y menores expectativas de ganancia
Los emprendedores están viendo un mercado menos rentable y más competitivo. La demanda interna crece a un ritmo más lento, mientras los costos de operación (insumos, servicios, arriendos) han aumentado.
Un mapa del deterioro: los departamentos que más caen
Un mapa del deterioro: los departamentos que más caen
Casi todo el país vio reducciones. Bogotá (-16,7 %), Antioquia (-29,6 %) y Valle (-37,8 %) —las tres regiones de mayor dinamismo empresarial— reportaron retrocesos importantes.Pero los derrumbes más profundos ocurrieron fuera de los grandes centros urbanos:
• Huila: -100 %
• Cauca: -100 %
• Tolima: -100 %
• Caquetá: -100 %
• Casanare: -100 %
• Chocó y Amazonas: -100 %
En estos territorios, la creación de nuevas empresas prácticamente se detuvo durante el periodo evaluado.
Otros departamentos también mostraron reducciones severas: Santander (-40,1 %), Atlántico (-24,6 %), Norte de Santander (-37 %), Boyacá (-38,1 %) y Bolívar (-25,9 %).
Los sectores más afectados
El comercio, la manufactura y los servicios de comida —tres de las actividades más comunes entre las microempresas— sufrieron caídas que encendieron las alarmas:
• Comercio: -33 % (15.440 empresas menos)
• Alojamiento y servicios de comida: -36 %
• Manufactura: -4.163 empresas menos
• Construcción: -2.177
• Transporte y almacenamiento: -1.100
La contracción de estos sectores implica menor empleo, menor encadenamiento productivo y un freno al mercado interno.
El caso del Huila: el freno más rápido y profundo
Aunque el artículo tiene enfoque nacional, el panorama del Huila es clave porque ilustra cómo la crisis se agrava lejos de los grandes centros económicos.
De acuerdo con Informa D&B, el Huila registró una caída del 100 % en la creación de empresas durante el periodo analizado. La cifra, aunque extrema, refleja una tendencia que la región viene experimentando desde 2023: menor inversión privada, reducción del acceso a capital y una economía local muy dependiente del comercio y servicios.
¿Qué dicen los expertos regionales?
El presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio del Huila, Ariel Rincón Machado, ha advertido en múltiples declaraciones públicas que el departamento enfrenta retos importantes: desaceleración del comercio, menor rotación de inventarios, dificultades de acceso a crédito y un consumidor que compra menos.
En un reciente análisis del gremio, Rincón Machado señaló que la economía del departamento “requiere estímulos urgentes para fortalecer la actividad empresarial y recuperar la confianza de los emprendedores”.
El departamento ya venía mostrando señales de alerta: caída en las ventas del comercio minorista, menor creación de empleo formal y un incremento de la informalidad en zonas como Neiva, Pitalito y Garzón.
Empresarios que aplazan decisiones
Consultados por el gremio, varios microempresarios reconocen que han postergado la apertura de nuevos negocios debido a la incertidumbre sobre los costos y la capacidad de pago de la población.
Para sectores como gastronomía, tiendas al detal y servicios personales, el riesgo de abrir un local en el actual contexto se percibe como demasiado alto.
Menos cierres, pero más vulnerabilidad
Aunque la creación de empresas cayó, los cierres también disminuyeron. Entre enero y junio de 2025 se reportaron 126.582 cierres, un 20 % menos que el año pasado.
Departamentos como Valle (-54 %), Cauca (-94 %) y Tolima (-5 %) mostraron reducciones significativas. Pero otros registraron incrementos atípicos: La Guajira (500 %), Atlántico (483 %) y Arauca (90 %).
La explicación del informe es que estos aumentos podrían responder a ajustes en sistemas de información o procesos de depuración de registros.
Microempresas: las más golpeadas
El comercio redujo sus cierres en 15 %, pero sigue liderando las liquidaciones. El alojamiento y los servicios de comida cayeron 30 %, aunque continúan bajo presión por costos y baja demanda.
El estudio advierte:“Aunque el balance general es positivo, persisten riesgos en sectores y regiones específicas. La resiliencia empresarial debe fortalecerse con políticas diferenciadas.”
El efecto dominó: empleo, ingresos e inversión
La caída en la creación de empresas impacta directamente la estructura económica del país.
Menos empleo formal
Las nuevas empresas son el principal generador de puestos de trabajo formales. Su reducción significa que menos personas están siendo contratadas, y más trabajadores quedan expuestos a la informalidad.
Menos ingresos para los hogares
Menor actividad empresarial implica menos capacidad de compra, menos pagos a proveedores y menor demanda interna.
Le puedo interesar: Pequeños porcicultores del sur del país, al borde del colapso por la caída del precio del cerdo
Menor inversión
Si los emprendedores no abren negocios y los inversionistas están a la expectativa, la economía pierde dinamismo. Esto ya se refleja en el menor crecimiento del PIB y en los balances negativos de varios sectores.
¿Qué se puede hacer? La hoja de ruta que proponen los analistas
El informe plantea varias acciones urgentes:
1. Reducir tasas de interés de manera escalonada.Un alivio financiero permitiría que más emprendedores accedan a crédito.
2. Mejorar los programas de formación empresarial.Especialmente en lectura de estados financieros, gestión del riesgo y planeación.
3. Políticas de impulso a sectores emergentes.Tecnología, energías limpias y economía creativa son segmentos con potencial.
4. Acompañamiento territorial personalizado.Departamentos como Huila necesitan medidas específicas para reactivar su tejido productivo.
¿Hay señales de esperanza?
Un dato positivo es el incremento del 4 % en las renovaciones del registro mercantil. Esto sugiere que quienes ya están en el mercado intentan sostenerse pese a las dificultades.
Para Confecámaras, esto demuestra un compromiso con la formalidad que debe ser respaldado con políticas de acompañamiento, alivios financieros y simplificación de trámites.
Un llamado urgente
La caída en la creación de empresas no es un dato aislado ni temporal. Es una señal de alarma económica y social.
El país está perdiendo emprendimientos, empleo, inversión y dinamismo.
Como lo señala uno de los analistas del informe:“Cuando los emprendedores se detienen, también se detiene la economía.”
Colombia —y particularmente regiones como el Huila— enfrenta el desafío de recuperar la confianza, reducir riesgos y volver a crear un entorno propicio para que las ideas se transformen en empresas, y las empresas, en motores de progreso.
Lo que está en juego si no se revierte la tendencia
Tres riesgos para la economía colombiana
1. Aumento de la informalidadCon menos empresas nuevas, más personas optan por actividades informales de subsistencia.
2. Menor recaudo para las ciudadesSi no se crean negocios formales, los municipios pierden ingresos por impuestos y registros.
3. Deterioro de la competitividadEl país podría perder empresas en sectores estratégicos y quedar rezagado frente a mercados más dinámicos de la región.

Puede leer: Café colombiano vuelve a entrar sin arancel a EE. UU.









