Según Procolombia, “alimentos como el café, frutas exóticas como la cholupa, y objetos típicos como el sombrero aguadeño y las cerámicas son algunos de los productos de la industria que representan la cultura colombiana, y al mismo tiempo, cuentan con un sello único llamado Denominación de Origen”.
Esta denominación, es el nombre o indicación de un lugar geográfico, que puede ser un país o región determinada, que designa un producto que por ser originario de dicha región y por las costumbres de producción o trasformación de sus habitantes, tiene unas características que lo hacen diferente de los productos semejantes provenientes de otros lugares geográficos.
Sin tierra para sembrar
Ahora, con el objetivo de conocer una de las pasifloras, más representativas de la región, dialogamos con Andrés Hernando Puentes, vicepresidente de la Cooperativa Cholupa del Huila, quien expresó. “La cholupa tiene sello de origen protegido, la ciudad de origen es el municipio de Rivera, pero en el estudio realizado, se llegó a la conclusión de añadirle diez localidades más”.
Sin embargo, el productor indicó: “la producción ha disminuido en gran porcentaje en el municipio de Rivera. Principalmente, los predios dedicados a este cultivo, porque el uso del suelo cambio, y ahora uno encuentra fincas para descansar, algunas de ellas las dividieron por lotes. En esas zonas anteriormente se cultivaba la pasiflora”.
El vocero, agregó que cinco años atrás, producían entre 100 y 120 toneladas de cholupa y ahora cerca de 40 por año, y el cultivo produce alrededor de 12 toneladas.
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‘Agricultura tropical’
Por otra parte, el dirigente agregó: “trabajamos la agricultura tropical, somos socios de la Asociación Hortifruticola de Colombia (Asohofrucol), por ello elaboramos nuestros fungicidas, abonos. Este es nuestro plus para la fruta insignia, que es la cholupa”.
En cuanto a porque operar de manera amigable con el hábitat, “este es un granito de arena que le estamos dejando a las nuevas generaciones, sin la utilización de agentes químicos ayudamos al cambio climático, y de esta manera ponemos un alto al uso excesivo de plaguicidas, o agroquímicos que dañan el suelo, acaban con los insectos benéficos para las plantaciones. Nosotros mismos nos estamos envenenando y se ve en los productos finales. Por esto nos fuimos por la parte orgánica”.
Y para adentrarse en este negocio, el productor necesita entre $22 y $25 millones para sembrar una hectárea del cultivo. Ya en cuanto al sostenimiento. “De la forma en que la tenemos, reducimos hasta en un 60% los costos de producción, porque nos cuesta poco fabricar un insecticida, fungicida, un foliar, ya que utilizamos elementos que nos da la propia finca. Usamos el humus de la lombriz roja californiana”, dijo el directivo.
Directo a Berlín
Y en cuanto a la exportación de esta fruta, Andrés Hernando Puentes, agregó, “hemos hecho el ejercicio y enviamos unos kilos a la Feria de la Fruta en Berlín en dos ocasiones y ha sido muy valorada, a la gente le ha gustado, porque de las pasifloras, ella es más agradable, no es tan dulce como la granadilla, ni tan ácida como el maracuyá. Se encuentran en la mitad de los dos, es muy deliciosa y no es un cultivo hibrido. Por eso ha tenido buena aceptación en Europa”, resaltó el productor.
Al ser un cultivo endémico, es decir propio de la región. “Su consumo es local, no alcanzan a llevarlo a otras regiones, entre ellas Bogotá o Medellín. Nosotros administramos el sello de origen y la hemos dado a conocer en distintos eventos, donde hemos participado. También, hacemos parte de ‘Negocios Verdes’, que maneja la CAM. Porque estamos apostándole a la mentalidad de los agricultores, a producir de manera limpia”, dijo el directivo.
Y debido a que hay pocos predios para plantar este cultivo. “Ojalá el Gobierno nos permitiera acceder a una finca para producir esta fruta, que es única. En la Cooperativa, tenemos una biofábrica en la que elaboramos los distintos productos para el funcionamiento del cultivo”.
‘Cholupa del Huila’, cuenta con 33 socios, radicados en el municipio de Rivera.
“Los cultivadores asociados, cuenta con cerca de cinco hectáreas certificadas. Trabajamos para conseguir el sello ‘Global Gap’, y el de predio exportador, para enviarlas a otros países. Tenemos sembradas entre 18 y 20 hectáreas. Y el precio se ha mantenido en promedio de $40.000 la arroba”, explicó Hernando Puentes.
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Productos autóctonos
En este sentido, el país cuenta actualmente con una variedad de productos colombianos que tienen el sello de Denominación de Origen, el cual distingue la calidad y procedencia de los alimentos, las artesanías y las manufacturas típicas.
Alimentos como el café de Colombia, frutas exóticas como la cholupa, y objetos típicos como el sombrero aguadeño y las cerámicas son algunos de los productos de la industria colombiana que representan la cultura colombiana, y al mismo tiempo, cuentan con un sello único llamado Denominación de Origen, ¿de qué se trata?
Según la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI, 2017) una Denominación de Origen tiene que ver con “los nombres que en todo el mundo se asocian a productos de una determinada naturaleza y calidad, conocidos por su origen geográfico y por poseer características vinculadas a ese origen”. La Denominación de Origen es un tipo de marca que identifica un producto como originario de un lugar determinado y cuyas cualidades y reputación se imputan fundamentalmente a ese lugar de origen.
Esta fruta autóctona del norte de este departamento, que tiene un fruto anaranjado y amarillo con sabores ácidos y dulces, es uno de los productos colombianos que cuenta con este sello.
A fortalecer proyectos
Por otra parte, la Gobernación del Huila, a través de la Secretaría de Agricultura y Minería, y el Departamento de Planeación, junto con Agrosavia, desarrollaron una importante agenda de trabajo, donde se dieron a conocer los avances de cuatro proyectos encaminados a fortalecer las apuestas productivas de pasifloras, arroz, y cacao.
Durante este importante ejercicio de socialización de resultados, el secretario de agricultura y minería del departamento, Carlos Alberto Cuéllar Medina, fue enfático en asegurar que el éxito de estos proyectos radica en lograr la una efectiva transferencia de conocimiento, mediante el acceso de los productores a las recomendaciones generadas por los expertos, contenidas en las conclusiones de la investigación, y sumado a ello que los nuevos proyectos que se pretendan desarrollar en el departamento, respondan a las necesidades del sector agropecuario, y tengan un hilo conductor con lo que se ya se ha logrado.
Por su parte el director del centro de investigación Nataima de Agrosavia, Lorenzo Peláez Suarez, resaltó la interacción interinstitucional gracias al liderazgo de la Gobernación del Huila, donde a partir de todo lo que se ha venido trabajando a través de mesas de ciencia y tecnología, se hayan podido formular proyectos que le permitan a los agricultores resolver los diferentes problemas que impactan sus procesos productivos, mejorando a su vez sus ingresos y condiciones de vida.
