La apnea del sueño es un trastorno potencialmente grave, en el que la respiración se detiene y vuelve a comenzar en repetidas oportunidades, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
La apnea del sueño es un trastorno que afecta a millones de personas en todo el mundo, muchas de las cuales no son conscientes de su existencia. Se trata de una afección grave en la que la respiración se detiene y vuelve a comenzar repetidamente mientras se duerme. Este problema puede pasar desapercibido durante años, pero tiene un impacto significativo en la calidad de vida y representa un riesgo para la salud física y mental.
¿Qué es la apnea del sueño y por qué ocurre?
La apnea del sueño ocurre porque, durante el sueño, los músculos del cuerpo se relajan, incluidos los que mantienen la garganta abierta para que el aire fluya hacia los pulmones. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, normalmente, la garganta permanece suficientemente abierta durante el sueño para permitir una respiración adecuada.
Sin embargo, algunas personas tienen una anatomía que predispone al colapso de las vías respiratorias. En estos casos, cuando los músculos de la garganta se relajan, los tejidos pueden obstruir el flujo de aire. Esta obstrucción temporal es lo que se denomina apnea.
Tipos de apnea del sueño
Los expertos clasifican la apnea del sueño en tres tipos principales, dependiendo de su causa:
- Apnea obstructiva del sueño (AOS): Es la forma más común. Ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan excesivamente y bloquean el flujo de aire a los pulmones.
- Apnea central del sueño: Este tipo ocurre cuando el cerebro no envía señales adecuadas a los músculos que controlan la respiración. No hay una obstrucción física, pero la respiración se detiene.
- Apnea del sueño compleja: También conocida como apnea central surgida durante el tratamiento, se desarrolla cuando una persona con apnea obstructiva del sueño comienza un tratamiento y desarrolla apnea central del sueño como consecuencia.
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Factores de riesgo
Varios factores aumentan la probabilidad de desarrollar apnea del sueño. Algunos de ellos están relacionados con características físicas, mientras que otros tienen que ver con el estilo de vida y las condiciones médicas:
- Estructura anatómica: Un maxilar inferior corto, ciertas formas del paladar y una lengua grande pueden aumentar el riesgo.
- Obesidad: El exceso de peso es uno de los factores más comunes, ya que el tejido adiposo adicional alrededor del cuello puede obstruir las vías respiratorias.
- Amígdalas y adenoides grandes: En niños, estas estructuras agrandadas son una causa frecuente de apnea del sueño.
- Consumo de alcohol o sedantes: Estas sustancias relajan los músculos y pueden agravar los síntomas.
Síntomas que no deben ignorarse
La apnea del sueño puede ser difícil de identificar, especialmente porque muchos de los síntomas ocurren mientras la persona duerme. Sin embargo, hay señales que pueden alertar tanto al afectado como a quienes lo rodean:
- Ronquidos fuertes y persistentes.
- Episodios en los que la respiración se detiene, reportados por otra persona.
- Jadeos o sofocos al dormir.
- Despertar con la boca seca o dolores de cabeza matutinos.
- Somnolencia excesiva durante el día, conocida como hipersomnia.
- Dificultades para concentrarse, irritabilidad y bajo rendimiento laboral o académico.
Es importante mencionar que no todas las personas con apnea del sueño roncan, y no todas las que roncan tienen apnea. Por esta razón, un diagnóstico médico es fundamental.
Consecuencias de la apnea del sueño no tratada
La apnea del sueño no solo afecta la calidad del sueño, sino que también tiene implicaciones graves para la salud general. Las interrupciones en la respiración pueden provocar una falta de oxígeno en el organismo, lo que a largo plazo está asociado con:
- Hipertensión arterial: La apnea del sueño aumenta el riesgo de desarrollar presión arterial alta.
- Enfermedades cardiovasculares: Las pausas respiratorias repetidas pueden contribuir a problemas como arritmias, insuficiencia cardíaca y ataques cardíacos.
- Accidentes cerebrovasculares: La apnea del sueño no tratada incrementa significativamente este riesgo.
- Diabetes tipo 2: Existe una conexión entre la apnea del sueño y la resistencia a la insulina.
Tratamiento: un camino hacia la mejoría
El tratamiento de la apnea del sueño tiene como objetivo principal mantener las vías respiratorias abiertas durante el sueño. Según los expertos, las opciones incluyen cambios en el estilo de vida, dispositivos médicos y, en algunos casos, cirugía.
- Cambios en el estilo de vida:
- Evitar el alcohol y los sedantes antes de dormir.
- No dormir boca arriba, ya que esta posición facilita la obstrucción de las vías respiratorias.
- Perder peso, lo que puede reducir significativamente los síntomas en personas con obesidad.
- Uso de dispositivos médicos:
- CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias): Este dispositivo mantiene las vías respiratorias abiertas mediante un flujo constante de aire. Es el tratamiento más común para la apnea obstructiva.
- Otros dispositivos, como férulas mandibulares, también pueden ser útiles en casos leves o moderados.
- Cirugía: En casos severos o cuando otros tratamientos no funcionan, se pueden realizar procedimientos quirúrgicos para eliminar el exceso de tejido o corregir anomalías estructurales.
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