En este escrito me permito presentar un análisis somero de la factibilidad y la justificación del proyecto, máxime cuando, como lo saben las autoridades y la ciudadanía, desde el año 1996 se realizaron los estudios de rehabilitación del sector Neiva – Ibagué – Dorada ejecutados por la firma ferroviaria CIAF Ltda., verificados y supervisados por la firma Delta Ingenieros Ltda., confirmando la factibilidad de las obras, y la posibilidad, más delante de su prolongación hasta Pitalito, y desde Altamira hacia Florencia capital del Caquetá.
El sentido de comprometernos con este proyecto es el de articular la producción agropecuaria y minera legal de los departamentos del Huila y Tolima con los principales corredores logísticos del país y los puertos de exportación del Caribe y Buenaventura en el pacífico. En la Dorada se desprenden líneas ferroviarias hacia el Valle del Cauca, su puerto en el pacífico Buenaventura, y hasta Santa Marta en el Norte del país.
La creciente producción agroindustrial y minera del Huila, estimada en más de 1,7 millones de toneladas anuales, necesita un sistema de transporte moderno, eficiente y sostenible para reducir costos logísticos, mejorar competitividad de nuestros productos y descongestionar las actuales vías carreteables. Según estudios conocidos, el transporte férreo puede reducir entre un 30% y 50% los costos por tonelada-kilometro frente al modo carretero.
La conexión con la ciudad de la Dorada integrara el corredor férreo al del Magdalena Medio, permitiendo exportaciones más económicas y rápidas, vía puerto de Santa Marta. La proyección de la producción de la carga se calcula en 2 millones de toneladas anuales a mediano plazo. El sector entre Neiva – Ibagué – Dorada cuenta con una topografía plana y trazados históricos parcialmente existentes, pero afortunadamente su línea está definida desde hace muchos años.
Está comprobado que el ferrocarril genera hasta un 80% menos de emisiones CO2 por cada tonelada transportada. El corredor ferroviario reducirá la accidentalidad y la congestión en las principales vías. Los beneficios sociales y regionales irán de la mano con la reactivación de la economía en los municipios intermedios que se verán beneficiados con esta importante obra. El costo estimado está calculado entre US$ 800 millones y US$ 1.200 de dólares americanos, incluyendo tramos existentes, nuevos tramos, estaciones y equipos.
Fuentes posibles de financiación: Sistema General de Regalías; recursos de cooperación internacional, CAF, BID y Bancos Verdes, alianzas publicas privadas (APP) y gremios. El retorno esperado de la inversión se calculó entre 10 y 15 años. En resumen, la rehabilitación del tramo Neiva-Ibagué-Dorada es un proyecto estratégico para la competitividad, sostenibilidad y equidad territorial del centro y sur colombiano. En el próximo gobierno departamental le apostaremos a que este proyecto lidere la agenda regional con la cual debemos atraer inversión y generar empleo y compromisos políticos a nivel central. Julio Bahamón.








