El huracán Melissa golpeó con fuerza el suroeste de Jamaica, dejando una estela de destrucción sin precedentes. Con vientos de hasta 295 kilómetros por hora, el ciclón categoría cinco arrasó comunidades enteras, interrumpió el suministro eléctrico y provocó la muerte de al menos nueve personas en el Caribe, tres de ellas en territorio jamaicano.
La embajadora de Colombia en Jamaica, Emiliana Bernard, calificó la situación como “devastadora” y solicitó a la comunidad internacional ayuda urgente para los damnificados. “Jamaica está destruida. Hay miles de personas incomunicadas y comunidades completamente aisladas. Necesitamos solidaridad y apoyo humanitario inmediato”, expresó la diplomática en conversación con El Tiempo.
El primer ministro Andrew Holness declaró a Jamaica “zona catastrófica” la tarde del martes, mientras los organismos de socorro continúan intentando llegar a las áreas más afectadas. Los municipios de Clarendon, Manchester, Saint Elizabeth y Westmoreland concentran los mayores daños: viviendas destruidas, vías intransitables y decenas de familias atrapadas en sus hogares, según confirmó el ministro de Desarrollo Comunitario, Desmond McKenzie.
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“La devastación en Saint Elizabeth es extensa”, advirtió McKenzie, al señalar que las labores de rescate avanzan con dificultad debido a las condiciones del terreno y a los fuertes vientos que aún persisten.
La Compañía de Servicios Públicos de Jamaica (JPS) informó que más de 530.000 personas, equivalentes al 77 % de los usuarios, se encuentran sin energía eléctrica. Mientras tanto, los equipos de emergencia trabajan para restablecer las comunicaciones y el acceso a las principales carreteras.
Desde la Embajada de Colombia, Bernard aseguró que están coordinando acciones con la Cancillería colombiana y el Gobierno de Jamaica para canalizar ayudas y evaluar el posible apoyo de cooperación internacional. “Vamos a mirar cómo podemos darle la mano a Jamaica en este momento tan difícil”, sostuvo.
Pese al impacto devastador, la embajadora destacó la respuesta anticipada del sistema de gestión del riesgo jamaicano. “La preparación fue buena, intensa y rápida. Desde hace más de una semana se activaron los protocolos de emergencia, se realizaron visitas casa a casa y se habilitaron más de 800 albergues en toda la isla”, explicó.
Sin embargo, no todos los refugios fueron utilizados, ya que muchas familias se resistieron a abandonar sus viviendas por temor a perder sus pertenencias. Actualmente, 15.000 personas permanecen en albergues oficiales, mientras se inicia el conteo de damnificados y la evaluación de daños.
El Gobierno de Jamaica estima que tardará al menos ocho días en realizar el balance completo de los estragos provocados por el huracán, que también dejó fuera de servicio varios centros hospitalarios en el suroeste de la isla.
Mientras tanto, el huracán Melissa continúa su desplazamiento hacia el norte del Caribe, acercándose a Cuba, donde las autoridades ya emitieron alertas preventivas ante la posibilidad de lluvias torrenciales y marejadas intensas.
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