El precandidato presidencial del Pacto Histórico, Iván Cepeda, sorprendió al plantear la necesidad de un gran diálogo nacional que no excluya al uribismo, su histórico contradictor político. Su propuesta busca abrir un camino de reconciliación en medio de una campaña marcada por la polarización y la búsqueda de acuerdos para la paz.
DIARIO DEL HUILA, POLITICA
El senador Iván Cepeda, una de las figuras más influyentes del Pacto Histórico y reconocido por su papel como negociador de paz con el ELN, lanzó una propuesta que ya empieza a generar discusión en distintos sectores: la convocatoria a un gran diálogo nacional que incluya al uribismo, el movimiento liderado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, con quien ha sostenido una de las rivalidades políticas más profundas de las últimas dos décadas.
Durante una intervención pública, Cepeda aseguró que el país necesita un acuerdo amplio e incluyente, capaz de superar las divisiones políticas y sociales que lo han marcado durante años. “Nosotros estamos dispuestos con el expresidente Álvaro Uribe y su entorno político a entablar todos los diálogos que sean necesarios. De hecho, en este Gobierno lo hicimos. Si ustedes recuerdan, yo fui el promotor de un acuerdo con la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán) para que se vendieran tierras por parte de este importante gremio a los campesinos”, recordó.
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El mensaje, más allá de su carácter conciliador, tiene un fuerte contenido político: Cepeda, que históricamente ha sido uno de los principales contradictores del uribismo, plantea ahora la posibilidad de sentarse en la misma mesa con quienes antes consideraba adversarios irreconciliables. Su propuesta busca desactivar el discurso de odio y ofrecer una salida política a los conflictos de fondo que atraviesa Colombia.
“No queremos persecuciones ni genocidios políticos”
El precandidato insistió en que su llamado no debe interpretarse como una estrategia electoral, sino como un ejercicio de madurez democrática. “No hay ningún ánimo de perseguirlos ni de acabarlos. Nosotros, a diferencia de lo que se ha hecho con la oposición que hemos representado en otros momentos, no queremos que vuelva a haber genocidios ni persecuciones políticas en Colombia”, afirmó.
Con estas palabras, Cepeda evocó los episodios de violencia política que han marcado la historia del país, desde la persecución a la Unión Patriótica (UP) hasta los asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos en los últimos años. Su discurso apunta a reconstruir la confianza política y a promover un pacto de respeto mutuo, incluso entre las fuerzas más opuestas ideológicamente.
El senador también reconoció que el camino de la paz aún está lleno de obstáculos. “La paz sigue siendo un reto para Colombia y en este Gobierno ha habido errores”, admitió, refiriéndose a las dificultades que ha enfrentado la política de “paz total” impulsada por el presidente Gustavo Petro.
Entre la reconciliación y la campaña
El llamado de Cepeda llega en un momento clave de su campaña presidencial, en la que busca consolidarse como el candidato del Pacto Histórico para las elecciones de 2026. En la consulta interna del movimiento, prevista para el 26 de octubre, deberá medirse con la exministra de Salud Carolina Corcho y el exalcalde de Medellín Daniel Quintero.
Corcho, en entrevista con Semana, señaló que existe un acuerdo entre los tres precandidatos para garantizar la continuidad del programa de gobierno del presidente Petro y para respetar los resultados de la consulta. “Las otras dos personas acompañarán a quien gane la consulta. Respetaremos los resultados, como en una democracia”, dijo la exministra, destacando que el proceso estará abierto a todos los ciudadanos, no solo a los militantes del Pacto.
Mientras tanto, Cepeda continúa recorriendo el país en busca de respaldo popular. En los últimos días ha visitado ciudades como Villavicencio, Cartagena, Santa Marta y Sincelejo, donde ha sido recibido por comunidades campesinas y organizaciones sociales que respaldan su propuesta de “revolución agraria”.
Durante su encuentro en Sincelejo, el senador agradeció el apoyo del sector rural, al que considera el corazón de su proyecto político. “Gracias a las campesinas y campesinos que hoy me reciben en Sincelejo y que día a día siembran vida, esperanza y alimento para el país. Su fuerza y su dignidad son el corazón de la revolución agraria con Cepeda”, afirmó, acompañado de líderes del Pacto Histórico como Aida Avella, Carlos Benavides y Dorina Hernández.
Un llamado con alto contenido simbólico
El llamado a un diálogo con el uribismo tiene un fuerte valor simbólico. Cepeda no solo ha sido uno de los mayores opositores del expresidente Uribe, sino también una de las figuras clave en los procesos judiciales que han involucrado al exmandatario. Su invitación a construir un escenario de reconciliación política puede interpretarse como un intento de romper con el ciclo de retaliaciones que ha caracterizado la relación entre ambos sectores.
En ese sentido, su propuesta conecta con un sentimiento cada vez más extendido en la ciudadanía: el agotamiento frente a la polarización. En medio de un clima electoral que se vislumbra fragmentado, Cepeda busca proyectar la imagen de un líder dispuesto al diálogo y la concertación, incluso con sus antiguos adversarios.
Aunque sus palabras han generado reacciones mixtas —desde quienes celebran su gesto de apertura hasta quienes lo acusan de oportunismo político—, lo cierto es que su mensaje introduce un nuevo matiz en la narrativa del Pacto Histórico, tradicionalmente asociada con la confrontación ideológica.
El reto para Cepeda será demostrar que su apuesta por el diálogo no es solo retórica, sino una estrategia real para promover la reconciliación nacional y consolidar la paz que tanto ha defendido en los escenarios políticos y de negociación.

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