Los recientes desastres naturales que se han venido presentando en este país, están relacionados con la ocurrencia de inundaciones, remociones de masas o avalanchas, entre otros, que han generado grandes tragedias en algunos municipios, que han enlutado a decenas de familias y han destruido la infraestructura productiva en dichas localidades. Las recientes emergencias que se han presentado en el Huila reflejan necesariamente la deficiente planeación territorial, porque las anteriores administraciones locales, permitieron que el uso del suelo estuviera desordenado, mediante las autorizaciones otorgadas para construir viviendas en las zonas rondas del río Magdalena y de sus afluentes, que han aumentado de manera inesperada sus caudales históricos. Son dantescas las imágenes que se han difundido, donde centenares de familias están sufriendo el rigor de la naturaleza, porque se han inundado sus viviendas y sus vías.
Las compuertas de las represas de Betania y del Quimbo, han tenido que ser abiertas porque los niveles de captación han superado el 100%, generando un desbordamiento del río Magdalena, que han afectado a las viviendas y daños a la infraestructura productiva a las orillas de éste. Lo anterior ha desnudado la deficiente planificación que presentan, porque los planes de desarrollo territorial que han elaborado en otrora, las administraciones municipales, no tuvieron en cuenta los instrumentos de planificación territorial para autorizar dichas construcciones. Este es el común denominador que ocurre en la mayoría de los municipios de Colombia, porque se carece de éstos. Por este motivo cobra importancia, que todos los alcaldes y los concejos municipales, adopten de manera urgente, los Planes de Ordenamiento Territorial, so pena de verse incursos en los juicios de responsabilidad fiscal, disciplinario y penal, por la omisión de no tenerlos ajustados al nuevo ordenamiento jurídico de la Nación, para tal efecto.
Los Organismos de Control deben investigar con criterios técnicos y científicos sobre las eventuales responsabilidades fiscales, disciplinarias y penales de los funcionarios que autorizaron dichas licencias. Se han permitido crear barrios enteros a orillas de estos afluentes hídricos que bordean las zonas urbanas. Se ha convertido en un detonante, donde todos los ciudadanos, nunca pensaron en la dimensión de una tragedia de tal magnitud, como la presentada durante los últimos días. Nunca se pensó en desarrollar proyectos de gran envergadura, para proteger y mitigar a las viviendas y los habitantes de estos hechos catastróficos. Igualmente, vale la pena que la Oficina Departamental para la Gestión del Riesgo del Huila, lidere la estructuración de mapas de riesgo inundable y sus respectivas medidas de contingencia, en caso de la ocurrencia de un sismo de gran magnitud y que puedan afectar las compuertas de las represas de Betania y el Quimbo, que puedan provocar aumentos inesperados del caudal del rio Magdalena, con sus implicaciones letales aguas abajo. No queremos con estos comentarios generar pánico. Pero debemos abordar esta temática con mucha responsabilidad.
