Por segundo mes consecutivo, la inflación en el país volvió a subir y encendió las alertas económicas. Aunque el dato es menor al registrado un año atrás, el costo de vida sigue presionando a los hogares colombianos.
DIARIO DEL HUILA, ECONOMIA
La inflación en Colombia volvió a dar señales de resistencia a la baja. Según cifras publicadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en agosto de 2025 el indicador anual se ubicó en 5,10 %, lo que representa un aumento frente al 4,90 % registrado en julio. Con este resultado, el país completa dos meses consecutivos de incrementos en el costo de vida, pese a los esfuerzos por controlar la escalada de precios.
Hace un año, la inflación alcanzaba 6,12 %, lo que indica que, aunque la tendencia de largo plazo ha sido a la baja, el repunte reciente genera preocupación. En lo corrido del año, el dato ya alcanza 4,22 %, mientras que la variación mensual fue de 0,19 %, frente al 0,00 % registrado en agosto de 2024.
Factores que impulsaron el alza
El Dane explicó que la división de Alimentos y bebidas no alcohólicas fue la que más aportó a la inflación mensual, con 0,08 puntos porcentuales, pese a no ser la de mayor variación. En este grupo se destacaron los aumentos en frutas frescas como el mango, la piña, el limón, la papaya y el aguacate.
La directora del Dane, Piedad Urdinola, precisó que, si bien los precios del tomate (-4,26 %) y las papas (-9,63 %) han caído de manera significativa, no ha sido suficiente para compensar el encarecimiento de otras frutas y productos de consumo básico.
Por su parte, la división de Restaurantes y hoteles registró una variación de 0,49 %, impulsada principalmente por el aumento en las comidas fuera del hogar, especialmente el corrientazo, las comidas rápidas, gaseosas y refrescos servidos en establecimientos.
La categoría de Bebidas alcohólicas y tabaco (0,59 %) y la de Salud (0,46 %) también estuvieron entre las que más presionaron la inflación mensual.
Inflación anual: educación y vivienda, los sectores más sensibles
Si se observa el comportamiento anual, la división de Educación encabezó el listado con una variación de 7,87 %, seguida de Restaurantes y hoteles con 7,78 %. Sin embargo, las mayores contribuciones al dato de 5,10 % provinieron de Alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles (1,46 puntos porcentuales) y de Alimentos y bebidas no alcohólicas (1,16 puntos porcentuales).
Un aspecto positivo fue la reducción en los precios de la electricidad, que registró una caída de 4,60 % anual y de -1,61 % mensual. Según el Dane, este comportamiento le restó 0,17 puntos porcentuales a la inflación anual, convirtiéndose en uno de los pocos elementos que ayudaron a contener la presión sobre el indicador. No obstante, el gas natural jalonó en la dirección contraria, con un aporte de 0,15 puntos porcentuales.
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Ciudades con el costo de vida más alto
El informe del Dane también reveló diferencias regionales en el comportamiento de los precios. Pereira se ubicó como la ciudad con la inflación anual más alta en agosto, con 5,97 %, seguida por Bucaramanga (5,85 %), Armenia (5,65 %), Ibagué (5,44 %), Villavicencio (5,43 %) y Bogotá (5,35 %).
En contraste, las menores variaciones anuales se registraron en Santa Marta (2,11 %), Valledupar (3,47 %), Riohacha (3,56 %), Sincelejo (3,90 %) y Montería (4,00 %). Estas diferencias reflejan las particularidades del consumo en cada región, así como las dinámicas de oferta y demanda de bienes y servicios básicos.
Un reto para la política económica
El dato de inflación de agosto mantiene a Colombia por debajo de Brasil, donde el indicador sigue siendo más alto, pero por encima de Chile, México y la mayoría de países de la Unión Europea. Esto plantea un desafío adicional para la política monetaria y fiscal, ya que la estabilidad de precios es uno de los pilares de la confianza económica.
El incremento reciente también afecta las expectativas del Banco de la República, que sigue evaluando la posibilidad de ajustar su política de tasas de interés. Aunque la inflación se mantiene lejos de los dos dígitos observados en 2022, el repunte podría retrasar la meta de converger al 3 % fijado como objetivo de largo plazo.
De cara a los próximos meses, las autoridades económicas estarán atentas al comportamiento de los alimentos, los servicios públicos y la educación, rubros que han mostrado mayor volatilidad y que impactan directamente la capacidad adquisitiva de los hogares colombianos.
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