Por: Mario Solano
Mucho se habla en cada región de cómo atraer más turistas. El turismo no solo se da por las atracciones naturales de cada zona. El Huila tiene varias, pero no ha podido desarrollar una explotación turística fructífera. Las causas son múltiples, siendo una de las principales el orden público. No puede existir turismo si no se garantiza al visitante, una estadía tranquila y un viaje seguro, libre de atracos o violencia.
Este requisito es esencial para estimular cualquier proyecto turístico. Además, debe ser función permanente de cada Secretaría no solo de Turismo de alcaldías y de la Gobernación, evaluar cómo en cada sector se pueden implementar estrategias para que el turismo especializado llegue a la región. Está demostrado que el principal espectáculo que mueve personas en Colombia es el fútbol.
No obstante, el segundo evento que más congrega público, y que ha sido poco explotado en el Huila, es la feria de exposición de caballos criollos colombianos. En departamentos como Antioquia, Cundinamarca y Valle del Cauca, los eventos equinos generan dinámicas económicas significativas.
Según cifras de la Federación Colombiana de Asociaciones Equinas (Fedequinas), las ferias y exposiciones equinas generan ingresos anuales que se estima anualmente más de 1,2 billones de pesos, entre venta de ejemplares, servicios veterinarios, hotelería, transporte y comercio asociado. La industria equina genera empleo directo e indirecto para más de 150.000 personas en Colombia, En regiones con tradición equina desarrollada, estos eventos pueden movilizar entre 10.000 y 30.000 visitantes en un solo fin de semana, generando ocupaciones hoteleras cercanas al 90% y beneficios directos a más de 15 sectores económicos.
Lamentablemente, en el Huila no existe un recinto ferial especializado para exposiciones equinas de gran formato. El Huila es reconocido en el mundo del caballo, como la cuna de grandes entrenadores y adiestradores de caballos, Neiva no cuenta con infraestructura moderna y adecuada que estimule tanto a criadores como expositores a una participación masiva y sostenida. Este vacío limita las oportunidades económicas de la región y resta protagonismo en un mercado que crece de manera importante.
Eventos de esta naturaleza no solo aportan a la imagen regional, sino que dinamizan el comercio local, fortalecen la hotelería, la gastronomía y generan encadenamientos productivos que benefician a artesanos, transportadores, guías turísticos y a toda la comunidad. El turismo rural y equino representa una ventana de oportunidades, siempre que existan voluntad política, seguridad y una adecuada planeación estratégica basada en las fortalezas del departamento.
