Mañana será un día crucial para el futuro de la Ley de Financiamiento, que van a continuar debatiéndose en las Comisiones Económicas del Congreso de la República, que buscan a través de la modificación de la estructura tributaria del país, obtener $16 billones, con el fin de sanear las finanzas públicas nacionales para la próxima vigencia. El gobierno nacional se encuentra desesperado para que los congresistas le aprueben a pupitrazo limpio, dicha iniciativa y para ello, ha lanzado un plan agresivo de comprarles las conciencias a los integrantes del legislativo mediante ofrecimientos de jugosos contratos, nombramientos a granel y con toda clase de dádivas, como han estado acostumbrados durante estos 40 meses de desgobierno. Los ofrecimientos son tentadores, pero infortunadamente el ambiente político no es favorable, porque estamos ad-portas de las elecciones el próximo marzo, donde muchos de ellos aspiran a ser reelegidos. La sociedad colombiana, está atento a los comportamientos de estos legisladores, para pasarles factura en dichos comicios.
Además la actual coyuntura macroeconómica, no permite que se sigan incrementando los impuestos a los exiguos ingresos que presentan los bolsillos de los colombianos, para seguir ampliando y satisfaciendo la voracidad gubernamental, para el nombramiento de 1,5 millones de contratos en las diferentes entidades del gobierno nacional, para pagar los costos de las nuevas embajadas y consulados innecesarios que ha creado durante el presente año, con el fin de designar a los activistas de la primera línea, para lo cual les ha quitado los requisitos para llegar a estos cargos diplomáticos, considerado como un exabrupto por parte de la opinión pública nacional. Es un deterioro del servicio diplomático. Dicha iniciativa del ejecutivo, que, a través de un Decretazo, elimina requisitos para cónsules y embajadores lesiona gravemente el servicio exterior y los intereses del país. Por este motivo, la creación de embajadas aumenta el déficit fiscal del Estado, que, de acuerdo con el Comité autónomo de la Regla Fiscal, llegará al 6,2% al final de la vigencia, producto del aumento del gasto público, sin que haya un plan de austeridad a la vista para sanear las finanzas públicas, que se encuentran totalmente desequilibradas.
Y como si fuera poco, los 30 viajes presidenciales que se tienen previsto para el resto de su periodo constitucional tienen al equipo económico del Alto Gobierno muy preocupados, por la falta de recursos. Aunque la creciente amenaza de las autoridades norteamericanas sobre el presidente Gustavo Petro Urrego, a su entorno familiar y al ministro del Interior Armando Benedetti, al incluirlos en la Lista Clinton que le provocado que ninguna empresa distribuidora de combustibles le venda combustible al país, para el funcionamiento del avión presidencial. Y como si fuera poco, los anuncios de las autoridades norteamericanas de decretarle una eventual orden de captura internacional al primer mandatario de los colombianos, lo tiene muy prevenido.







