Las autoridades de Hong Kong confirmaron que el incendio que arrasó gran parte del complejo residencial Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po, fue puesto “bajo control total”.
El siniestro, considerado el peor incendio urbano de la ciudad en más de treinta años, deja hasta el momento 55 personas fallecidas y 76 heridas, mientras continúan las labores de búsqueda y asistencia.
El jefe del Ejecutivo hongkonés, John Lee, anunció que se brindará alojamiento temporal a unos 1.800 residentes afectados. Además, se habilitará un fondo de ayuda por 300 millones de dólares hongkoneses para atender las necesidades más urgentes de la comunidad, y se entregará a cada hogar afectado un apoyo inmediato de 10.000 dólares hongkoneses.
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El incendio comenzó el miércoles y se propagó rápidamente por siete de los ocho bloques de 31 pisos que conforman el complejo, el cual estaba en proceso de renovación exterior. La velocidad con la que avanzó el fuego ha sido calificada como “inusual”, debido a la presencia de andamios de bambú cubiertos con mallas de seguridad, lonas impermeables y poliestireno expandido, materiales que favorecieron la expansión de las llamas.
El Departamento de Bomberos desplegó un operativo de gran escala con 1.250 efectivos, más de 300 vehículos de emergencia, equipos especializados y drones para vigilancia. Aunque el fuego está controlado, los trabajos continúan piso a piso debido al riesgo de colapso del andamiaje, del cual ya han caído fragmentos.
La respuesta institucional también ha incluido la suspensión o el aplazamiento de actividades festivas programadas por el Gobierno, además de la preparación de un acto oficial de duelo. Paralelamente, se abrió una cuenta bancaria destinada a recibir donaciones para los damnificados.
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