En un operativo conjunto realizado por la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación incautaron 144 bienes arqueológicos en las residencias de dos influenciadores ubicados en el sur del Huila.
Las investigaciones revelaron que estas personas fomentaban el saqueo y tráfico ilícito de piezas patrimoniales mediante publicaciones en redes sociales, donde exhibían y promocionaban estas prácticas ilegales.
El procedimiento contó con el respaldo del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), máxima autoridad en patrimonio arqueológico en Colombia. Durante la diligencia, el ICANH realizó la verificación técnica de las piezas halladas para determinar si pertenecen al Patrimonio Arqueológico de la Nación, evaluando características como proporciones, formas, motivos representados, material y otros atributos externos.
Además de las 144 piezas identificadas como parte del patrimonio arqueológico, se encontró una réplica que presuntamente era presentada como auténtica ante la comunidad y seguidores de los influenciadores en sus redes sociales.
Le puede interesar: Siete mil hectáreas de tierra han entregado en el Huila
La Ley 397 de 1997 establece que los bienes arqueológicos en Colombia son inembargables, imprescriptibles e inalienables. Cualquier manipulación indebida, comercialización o exportación no autorizada de estas piezas puede generar afectaciones irreversibles al patrimonio nacional y acarrear multas de hasta 500 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Daño irreparable al patrimonio cultural
El saqueo de bienes arqueológicos ocasiona pérdidas irreversibles de información esencial para reconstruir el pasado de las sociedades que habitaron el territorio colombiano. Estas acciones dificultan la comprensión de procesos económicos, políticos, religiosos y culturales que configuran la memoria histórica de la nación.
Desde la Superintendencia de Patrimonio Arqueológico, se enfatizó la importancia de proteger estos bienes culturales, que constituyen un legado invaluable para las futuras generaciones. Además, se advirtió que la destrucción de contextos arqueológicos impide conocer la historia completa de las piezas y su relación con su entorno original.
La recuperación de las piezas fue posible gracias a información proporcionada por habitantes del Huila, quienes alertaron sobre actividades ilícitas relacionadas con el tráfico de bienes arqueológicos, un fenómeno recurrente en diversas regiones de Colombia.
El ICANH reiteró el llamado a denunciar cualquier actividad sospechosa que comprometa la integridad del Patrimonio Arqueológico de la Nación.
Puede leer: Bloqueos en el Huila dejaron perdidas millonarias
