La incultura ciudadana obligó al gobierno nacional para facultar a las autoridades de tránsito en los entes territoriales para el uso de herramientas tecnológicas para facilitar el recaudo de la prueba en el proceso sancionatorio de tránsito, a través de las fotomultas en sus jurisdicciones, para controlar y prevenir los accidentes de tránsito de acuerdo con las infracciones, como lo establece la Ley 769 de 2002. Pero estas medidas tomadas por algunos alcaldes han buscado desdibujar la sana intencionalidad que pretenden dichas medidas. Los propietarios de vehículos y motos se han visto obligados a lidiar con estos antipopulares comparendos electrónicos. A las residencias de los infractores, le llega al correo, la notificación personal donde se les informa que existe un comparendo por infracción de tránsito, donde se le adjuntan las respectivas fotografías de las placas del vehículo como prueba fehaciente de su actuar ilícito. Éstas tienen establecidas unos plazos establecidos para sus respectivos pagos, so pena de verse incursos en un proceso de cobro coactivo. Igualmente, el no pago de este comparendo, le impide renovar su licencia de conducción, hacer traspaso de su vehículo y otros trámites ante las oficinas de tránsito. Pero vale la pena impulsar esta medida. También permiten detectar a los conductores que circulan sin pase, los vehículos y motos que no tengan la revisión tecno mecánica, el Soat actualizado y el no pago de los impuestos de rodamiento.
Por tal motivo la administración municipal de Neiva ha planteado la necesidad de implementar estas medidas coercitivas para buscar la disminución de los accidentes de tránsito producto de la irracionalidad de algunos conductores y motociclistas que no respetan la normatividad del Código Nacional de Tránsito. Lo que prima aquí es la seguridad vial. Neiva vive una verdadera epidemia por causa de accidentes que están dejando, centenares de lesionados y en muchas ocasiones muertes por la incultura vial. Una política pública de implementar las fotomultas así sea una medida antipopular, vale la pena respaldarla para empezar a generar respeto en la movilidad vial de la ciudad. Lo que debe primar, es la seguridad vial. Actualmente Neiva, está viviendo un caos en la movilidad.
Los fútiles comentarios en contra de éstas aluden más a la indignación que genera el hecho de que las cámaras cumplan con su cometido y al costo de las multas, antes que a razones técnicas. Muchos sectores de la opinión pública están en desacuerdo con esta medida. Incluso han emprendido una campaña de desprestigio que, por fortuna, vale la pena adoptarla con el fin de respetar la normatividad que se encuentra definida para tal efecto. Las cámaras fotomultas obligan por las buenas o por las malas a respetar las señales de tránsito. Y no existirían, si la gente fuera responsable y respetara el Código Nacional de Tránsito.
