Desde que se desarrolló el Diálogo Regional Vinculante en Pitalito, que sirvió de insumo para construir el Plan Nacional de Desarrollo, “Colombia Potencia Nacional de la Vida”, se incorporaron solamente tres iniciativas de las 3.500 que se presentaron por parte de los asistentes, los cuales generaron expectativas pesimistas para la sociedad huilense y sobre todo que se convirtió en una burla para las entidades y organizaciones sociales que aspiraban a tener una mayor inversión para los proyectos que habían inscrito en la segunda ciudad del departamento. Solamente fue un desgaste institucional y un engaño para todos los participantes por parte del gobierno nacional. Pero un suceso político se presentó en el mes de febrero de 2023. El Exgobernador del Huila, Carlos Julio González Villa, asumió su curul como Senador de la República y el panorama cambió. Se empezó a despertar el Congreso de la República un liderazgo ante las instancias nacionales para defender los intereses del departamento del Huila y de la región surcolombiana, generando un ambiente positivo en la mentalidad del constituyente primario que votó en las pasadas justas electorales.
Por tal motivo destacamos la convocatoria que realizó el Senador huilense, con toda la bancada congresional de todos los departamentos de la región surcolombiana en la Casa Fiscal del Huila en Bogotá, donde se abordaron estrategias para exigirle a las instancias nacionales, para que se incluyeran los proyectos de inversión de alto impacto. Para el territorio huilense quedaron incorporados 40, lo cual generaron grandes expectativas para los huilenses. Era la primera vez que íbamos a tener obras del alto impacto para las familias de esta región. A solo 16 meses de terminar el mandato constitucional del presidente Gustavo Petro Urrego, no se ha instalado el primer ladrillo, ni la primera piedra para se inicie por los menos un solo proyecto. Que gran decepción. El Huila, continúa siendo discriminado por el gobierno nacional en materia de inversiones públicas. Ni el aeropuerto internacional de la Jagua en Garzón, ni la pavimentación de las vías que conducen a Popayán, ni a San Vicente del Caguán, ni la recuperación del regreso del tren a Neiva y la Petar para Neiva, entre otros, han quedado en falsas promesas para la región.
Y como si fuera poco, a principios de febrero, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público advirtió, en su actualización del Plan Financiero, que el déficit del Gobierno Nacional Central en 2024 se ubicó en 6,8% del PIB, 2,6 puntos porcentuales por encima del dato observado en 2023 y para la vigencia de 2025, la crisis fiscal tiende a ser más crítico. Lo anterior refleja los importantes retos fiscales, presupuestales y de liquidez que ha enfrentado el Gobierno nacional tras una caída inédita en el recaudo tributario, lo que afectó el financiamiento del Presupuesto General de la Nación 2024. Tenemos un panorama desalentador.







