Mientras 15 departamentos del país sufrirán recortes en el presupuesto de inversión para 2026, el Huila aparece en la lista de los que verán crecer sus recursos, con un aumento del 8,9 %, en contraste con regiones como Guainía, Vichada y Amazonas, que perderán hasta una tercera parte de su asignación.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
El Congreso de la República se prepara para debatir uno de los temas más sensibles y trascendentales para el desarrollo de las regiones: el Presupuesto General de la Nación para el año 2026. Aunque, en términos globales, el presupuesto de inversión proyectado tendría un crecimiento del 5,7 %, la realidad es que no todos los departamentos del país saldrán beneficiados. Por el contrario, 15 de ellos enfrentarían reducciones significativas en sus recursos, lo que pondría en riesgo programas sociales, proyectos de infraestructura vial y educativa, así como acciones de salud y vivienda.
En medio de este panorama complejo, destaca el caso del departamento del Huila, que figura entre las regiones a las que se les incrementará su presupuesto de inversión. Según cálculos del Departamento Nacional de Planeación (DNP), el Huila recibiría un 8,9 % más de recursos en 2026, un aumento que abre la puerta a nuevas expectativas de inversión en sectores estratégicos y que contrasta con el panorama adverso de otros territorios.
Un presupuesto en crecimiento, pero con fuertes contrastes regionales
El monto de inversión contemplado en el Presupuesto General de la Nación para el próximo año asciende a 88,7 billones de pesos. De este total, 67,1 billones son regionalizables, es decir, se distribuirán directamente entre los diferentes departamentos y municipios. Otros 20,2 billones estarán destinados a proyectos de beneficio público nacional, mientras que 1,4 billones de pesos se definirán según la demanda en las distintas regiones.
A primera vista, el incremento del 5,7 % en la inversión parece un logro positivo. Sin embargo, el detalle de la distribución revela profundas desigualdades: mientras algunos departamentos verán crecer su asignación, otros perderán hasta una tercera parte de los recursos frente a lo recibido en 2025.
El caso más dramático es el de Guainía, que sufriría un recorte del 30,3 %, quedando con apenas 222.092 millones de pesos. Lo mismo ocurriría con Vichada (-27,9 %), Guaviare (-26,8 %) y Vaupés (-23,2 %), territorios históricamente marginados que verán aún más limitadas sus capacidades de gestión.
Los departamentos más golpeados
Según los cálculos conocidos, los recortes afectarían de manera directa a 15 departamentos, principalmente en la Amazonía, la Orinoquía y algunas zonas de la costa Pacífica y el sur del país.
• Guainía: -30,3 %
• Vichada: -27,9 %
• Guaviare: -26,8 %
• Vaupés: -23,2 %
• Amazonas: -18,3 %
• Caquetá: -14,2 %
• La Guajira: -10,8 %
• Putumayo: -10,4 %
• Chocó: -9,4 %
• Cauca: -7,8 %
• Arauca: -5,4 %
• Meta: -4,8 %
• Bolívar: -1,5 %
• Santander: -1,4 %
• Nariño: -1,0 %
Las críticas no se han hecho esperar. Desde Guainía, el representante Alexander Guarín calificó la situación como “profundamente grave e inaceptable”. En el Amazonas, la congresista Yenica Sugein Acosta denunció que la reducción del 18,3 % constituye un “incumplimiento doloroso” del discurso ambientalista del gobierno de Gustavo Petro, afectando directamente la protección de la selva y a los pueblos indígenas.
En Cauca, el representante Óscar Campo fue aún más duro: “Este recorte es improvisación y politiquería. Condenar a los campesinos a la pobreza, a los jóvenes a la falta de oportunidades y a las familias a vivir sin techo digno, es dar la espalda a un territorio que clama seguridad y desarrollo”.
Los departamentos que más ganarían
En contraste con este panorama de pérdidas, hay un grupo de departamentos que verían crecer sustancialmente sus presupuestos, lo que podría traducirse en mayor inversión social y en proyectos de infraestructura.
• Atlántico: +35,2 % (2,8 billones de pesos)
• Boyacá: +23,1 % (1,8 billones)
• Magdalena: +17,1 % (2,3 billones)
• Cesar: +15,6 % (2 billones)
• Norte de Santander: +15,5 %
• Bogotá: +14,5 % (8,8 billones)
• Cundinamarca: +14 % (2,9 billones)
• Tolima: +13,4 %
• Sucre: +13 %
• Caldas: +12,9 %
• San Andrés: +9,6 %
• Huila: +8,9 %
• Antioquia: +6,8 % (7 billones)
• Córdoba: +6,8 %
• Valle del Cauca: +5,6 % (4,4 billones)
La lista de beneficiados es encabezada por Atlántico, con un incremento de más de un tercio de sus recursos. Sin embargo, entre las regiones con crecimientos importantes aparece el Huila, con un aumento del 8,9 %, una cifra significativa si se considera el contexto de recortes en gran parte del país.
Huila: un respiro en medio de la tormenta presupuestal
Para el Huila, el anuncio de un incremento del 8,9 % en su presupuesto de inversión representa una noticia alentadora. El departamento, que en los últimos años ha enfrentado desafíos en materia de infraestructura vial, conectividad, desempleo y pobreza, contará con recursos adicionales que podrían reforzar sectores estratégicos.
Aunque aún no se ha detallado en qué proyectos se concentrará este aumento, las prioridades para la región son claras: mejorar la red vial secundaria y terciaria, fortalecer la infraestructura educativa y hospitalaria, y apoyar la competitividad agrícola, especialmente en sectores como el café, el arroz y el cacao, que constituyen la base económica de cientos de familias huilenses.
Además, la capital, Neiva, enfrenta retos en movilidad urbana, seguridad ciudadana y servicios públicos, que podrían beneficiarse de una mayor inversión nacional. La asignación adicional de recursos abre una ventana de oportunidad para que los proyectos de impacto regional tengan un respaldo más sólido.
El contexto nacional: quién recibe más y quién menos
Más allá de los incrementos o reducciones porcentuales, el Presupuesto General de la Nación también refleja las asimetrías históricas en la asignación de recursos. Por ejemplo, en términos absolutos, Bogotá seguirá siendo la región con más inversión: 8,8 billones de pesos, lo que representa un crecimiento del 14 %. Antioquia, por su parte, quedaría con 7,0 billones, y Valle del Cauca con 4,4 billones.
Sin embargo, en la otra orilla están departamentos como Vaupés, que apenas recibiría 192.524 millones de pesos, o Guainía, con 222.092 millones, lo que muestra la disparidad entre los grandes centros urbanos y las regiones periféricas.
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La inversión per cápita: una mirada distinta
El análisis del presupuesto también contempla la inversión per cápita, es decir, cuánto le correspondería en promedio a cada habitante de un departamento. En este indicador, los más favorecidos serían:
• San Andrés: 7,5 millones de pesos por persona
• Vaupés: 3,8 millones
• Guainía: 3,7 millones
• Amazonas: 3,5 millones
En contraste, los menos beneficiados serían:
• Cundinamarca: 0,8 millones por persona
• Valle del Cauca: 0,9 millones
• Risaralda: 1,0 millones
• Antioquia: 1,0 millones
• Atlántico: 1,0 millones
• Meta: 1,0 millones
La paradoja es evidente: mientras algunos departamentos reciben más inversión por habitante pese a tener menos población, otros con millones de habitantes, como Cundinamarca, Valle del Cauca o Antioquia, muestran bajos niveles de inversión per cápita.
Un debate con fuertes implicaciones políticas
El debate en el Congreso no será únicamente técnico, sino también político. Representantes de los departamentos más golpeados ya han levantado la voz en contra de lo que consideran una “discriminación presupuestal” que profundiza la desigualdad territorial.
De aprobarse el proyecto en su versión actual, las tensiones entre el Gobierno y las bancadas regionales podrían intensificarse. Los congresistas de departamentos como Amazonas, Cauca y Guainía han advertido que no respaldarán el presupuesto si no se revisan los recortes.
Por su parte, los defensores del proyecto argumentan que el crecimiento global del presupuesto refleja el compromiso del Ejecutivo con la inversión social y que la distribución responde a criterios técnicos definidos por el DNP.
¿Qué viene para el Huila?
En medio de esta discusión nacional, el Huila tiene la oportunidad de posicionarse como un departamento receptor de mayor inversión. El reto, sin embargo, está en garantizar que el aumento del 8,9 % no se diluya en gastos ineficaces o proyectos inconclusos, sino que se traduzca en obras concretas y beneficios palpables para la ciudadanía.
La gobernación y los alcaldes municipales deberán trabajar de la mano con el Congreso y el Gobierno Nacional para priorizar proyectos estratégicos. Entre ellos, se destacan:
• Mejoramiento de vías terciarias, vitales para la salida de productos agrícolas.
• Fortalecimiento de hospitales y centros de salud, especialmente en municipios alejados de Neiva.
• Impulso a la educación superior pública, con inversión en la Universidad Surcolombiana.
• Programas de apoyo al agro, para garantizar seguridad alimentaria y competitividad.
• Proyectos de agua potable y saneamiento básico, especialmente en zonas rurales.
El Presupuesto General de la Nación para 2026 refleja una realidad dual: mientras 15 departamentos enfrentan recortes que comprometen su desarrollo, otros, como el Huila, tienen razones para ver con optimismo el futuro inmediato gracias a un aumento del 8,9 % en su inversión.
No obstante, este incremento trae consigo una responsabilidad enorme: aprovechar los recursos de manera eficiente, garantizar transparencia en la ejecución y responder a las necesidades reales de la población.
En un país donde la desigualdad regional sigue siendo una deuda histórica, el reto está en que cada peso adicional que llegue al Huila se convierta en oportunidades, progreso y bienestar para sus habitantes.
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