Aunque parecía que la inflación en Colombia había iniciado un camino de descenso, nuevas señales alertan sobre un posible rebrote. Con presiones latentes en precios regulados, bienes y alimentos, el costo de vida podría volver a subir, y los analistas ya advierten que el regreso al rango meta del Banco de la República sigue estando lejos.
DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
A pocos días de conocerse el dato oficial de inflación de mayo, la preocupación por un posible rebrote inflacionario vuelve a estar sobre la mesa. Aunque el consenso de los analistas consultados por el Banco de la República estima que la inflación se mantendría estable, las presiones sobre los precios persisten y algunos expertos no descartan una nueva aceleración.
La inflación en Colombia, que había dado señales de moderación a inicios de 2024, parece haber entrado en una fase de estancamiento. En febrero se ubicó en 5,28 % anual, bajó a 5,09 % en marzo, pero en abril repuntó levemente hasta 5,16 %. Desde noviembre pasado, el indicador ha oscilado entre el 5 y el 5,2 %, lo que refleja un proceso desinflacionario más lento de lo esperado.
Según la más reciente encuesta del Banco de la República, se espera que en mayo la inflación mensual sea de 0,38 %, lo que llevaría la tasa anual a 5,12 %. Sin embargo, las minutas de la última reunión de la Junta Directiva del Emisor, en la que se redujo la tasa de interés en 25 puntos básicos hasta 9,25 %, revelaron que algunos codirectores perciben un sesgo al alza en el balance de riesgos inflacionarios.
Uno de los factores que podría afectar el comportamiento de los precios es la caída en los ingresos fiscales debido a la disminución de precios del petróleo, lo cual podría presionar el dólar al alza. La fragilidad fiscal del país y las elevadas primas de riesgo aumentan la vulnerabilidad frente a choques externos. Aunque recientemente el peso colombiano se ha apreciado, esta tendencia podría revertirse en medio de un entorno financiero global volátil.
Adicionalmente, el aumento del salario mínimo y las tarifas de gas por importación han sido señalados como factores de presión inflacionaria. En este sentido, algunos analistas esperan que el dato de mayo supere las proyecciones promedio.
Es el caso de Bancolombia, que anticipa una inflación mensual de 0,48 %, lo que implicaría una aceleración anual hasta 5,22 %. De confirmarse este pronóstico, la inflación sumaría dos meses consecutivos de incremento. La entidad bancaria estima que los alimentos, los bienes y los precios regulados serían los principales impulsores de este resultado. Destaca que la inflación ajustada por efecto estacional alcanzaría un preocupante 5,66 %, muy por encima de la meta del Banco de la República, fijada en 3 %.
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En el análisis de Bancolombia, los precios regulados —como los servicios de electricidad, agua, transporte y combustibles— seguirán presionando al alza. También advierte una aceleración en los bienes por cuarto mes consecutivo, impulsada por los precios de vehículos, productos de aseo, joyería, artículos de limpieza y ropa femenina. En cuanto a los servicios, prevé una desaceleración leve, pero aún persistente.
Por su parte, César Pabón, director de Estudios Económicos de Corficolombiana, calcula que la inflación mensual de mayo sería de 0,43 %, manteniendo la tasa anual en 5,16 %. No obstante, advierte sobre posibles sorpresas, especialmente en alimentos procesados, debido al descenso de los costos de producción. También alerta sobre alzas en precios regulados, como las tarifas de agua, y un posible rebrote en bienes por la depreciación acumulada del peso y el resurgimiento de la demanda.
En este contexto, la próxima decisión de política monetaria del Banco de la República, programada para finales de junio, se perfila como una de las más importantes del año. Según Pabón, el estancamiento de la inflación podría llevar al Emisor a actuar con cautela, limitando nuevas reducciones en la tasa de interés. Además, factores externos como la desaceleración económica global y las tensiones comerciales justifican una posición prudente.
El panorama fiscal también jugará un rol clave. La actualización del Marco Fiscal de Mediano Plazo será crucial para evaluar la sostenibilidad de las finanzas públicas y su impacto en las decisiones del Banco de la República.
En definitiva, las presiones inflacionarias persisten y el regreso al rango meta del 2 al 4 % no parece estar cerca. De hecho, todo apunta a que 2025 será el quinto año consecutivo sin que Colombia logre su objetivo de inflación. La incertidumbre se mantiene y los próximos datos serán decisivos para evaluar si el país enfrenta un nuevo rebrote o si logra retomar el rumbo hacia la estabilidad de precios.

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