El grupo palestino Hamás expresó su respaldo a las decisiones del presidente colombiano Gustavo Petro, quien ordenó la expulsión de la misión diplomática israelí en Colombia y anunció la cancelación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Israel, en respuesta a la interceptación de la Flotilla Global Sumud, que transportaba ayuda humanitaria hacia Gaza.
En un comunicado divulgado este jueves, Hamás calificó la medida del mandatario colombiano como una “respuesta digna” frente a lo que consideró un crimen internacional.
“Valoramos la decisión del presidente colombiano de expulsar a los restantes miembros de la misión diplomática sionista en su país y de cancelar el acuerdo de libre comercio con la ocupación, como respuesta al crimen de interceptar la flota de la resistencia marítima que se dirigía a la Franja de Gaza”, indicó la organización.
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La Flotilla Global Sumud navegaba con alimentos y medicinas hacia el enclave palestino, bloqueado por el ejército israelí, y fue detenida por las fuerzas de ese país. Entre los tripulantes se encontraban las colombianas Manuela Bedoya y Luna Barreto, quienes, según el Gobierno, fueron retenidas en aguas internacionales.
Petro, quien en mayo de 2024 rompió relaciones diplomáticas con Israel, calificó los hechos como un “nuevo crimen internacional” y reiteró sus críticas al primer ministro Benjamín Netanyahu, a quien ha señalado en reiteradas ocasiones de cometer actos de “genocidio” en Gaza.
Además de la expulsión de la misión diplomática y la cancelación del TLC —vigente desde 2020—, el presidente colombiano recordó que su Gobierno ya había prohibido la exportación de carbón hacia Israel en 2024, aunque denunció que algunos cargamentos habrían continuado saliendo del país “en desafío a la decisión presidencial”.
Desde Jerusalén, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel rechazó las acusaciones y aseguró que la operación contra la Flotilla Sumud tenía un carácter preventivo.
Por su parte, la administración del presidente estadounidense Donald Trump calificó la flotilla como “una provocación deliberada e innecesaria” y afirmó que su gobierno está concentrado en la implementación de un plan de paz para Oriente Medio.
A nivel diplomático, Francia pidió a Israel garantizar la seguridad y el regreso de los activistas detenidos, mientras que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, exigió la repatriación inmediata de los seis ciudadanos mexicanos que participaron en la misión humanitaria.
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