DIARIO DEL HUILA, ENFOQUE
La crisis carcelaria en el Huila se agudiza. Una reciente visita a los centros de detención transitorios evidenció un grave hacinamiento, especialmente en el CDT ubicado en las antiguas bodegas de Alpina en Neiva, donde actualmente hay 253 reclusos en un espacio diseñado para solo 96 personas, lo que representa un 262 % de sobrepoblación.
En el CAI Bogotá, donde solo caben 15 mujeres, hoy se encuentran detenidas 34, lo que eleva el hacinamiento al 227 %. En total, hay 287 personas privadas de la libertad en estos espacios que dejaron de ser transitorios para convertirse, en la práctica, en cárceles permanentes sin condiciones adecuadas.
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El deterioro de la infraestructura, la falta de seguimiento individual y el riesgo para la salud y la seguridad de los internos encienden las alarmas. Defensores de derechos humanos exigen soluciones urgentes por parte del Estado y los entes de control.
A esta problemática se suma la escasez de personal capacitado para la vigilancia y atención de los internos, lo cual compromete aún más el orden, la atención médica y el respeto por los derechos humanos en estos espacios. La sobrepoblación no solo vulnera la dignidad de los privados de la libertad, sino que convierte estos centros en focos de tensión y riesgo permanente.
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