La semana pasada, por invitación del Ministerio de Salud y del Instituto Nacional de Cancerología, la Fundación Salamanca Borrero – SalBo participó en la elaboración del nuevo modelo para el control del cáncer en Colombia y en la construcción del plan decenal de control del cáncer. Para nosotros, este espacio fue más que un ejercicio técnico, representó la oportunidad de aportar ideas que conectan el derecho a la salud con el derecho a la dignidad y a la protección económica de los pacientes y sus familias.
En este escenario, desde SalBo propusimos la incorporación en el continuum de la atención oncológica de un nuevo componente que hemos denominado Protección Social Integral. El cáncer no es solo un desafío clínico, sino también un evento económico y redistributivo que amenaza con llevar a las familias a la pobreza, particularmente a los trabajadores independientes y a quienes dependen de la economía informal.
La incertidumbre financiera puede agravar la carga emocional, dificultar la adherencia al tratamiento y, en los casos más extremos, comprometer la supervivencia. Por eso, planteamos que el nuevo modelo busque un equilibrio entre el sistema de salud y el sistema financiero, gestionando el riesgo a través de seguros sociales, pólizas colectivas y fondos de garantía. En otras palabras: necesitamos seguros de vida, no de muerte.
Del mismo modo, propusimos la protección de la dignidad crediticia, ampliando el alcance de la Ley de Olvido Oncológico hacia una política de “no discriminación financiera activa”, que garantice a los sobrevivientes el restablecimiento pleno de su historial crediticio una vez superada la enfermedad y certificado el control clínico.
El impacto esperado es claro: i)Limitar la espiral de empobrecimiento familiar, ii) proteger la salud mental reduciendo la ansiedad financiera, tan devastadora como el diagnóstico mismo y iii) asegurar que los pacientes puedan concentrarse en curarse, no en salvar sus bienes. Nuestra propuesta se concreta en una política de protección financiera oncológica, que articule seguros sociales, instrumentos crediticios preferenciales y un principio de no penalización crediticia por cáncer.
Colombia tiene hoy la posibilidad de convertirse en pionera regional al demostrar que el control del cáncer no puede limitarse al ámbito clínico. Proteger la vida implica también proteger la dignidad y el patrimonio de quienes enfrentan la enfermedad. Esa es la visión de futuro que, desde SalBo, queremos aportar a este nuevo modelo. hsalamanca@fundacionsalbo.org
