Yesika Paola Chávez, una mujer de 26 años, salió de su hogar, el pasado 22 de abril, sin saber que nunca regresaría. Su expareja, un policía activo de 36 años, le disparó numerosas veces a quemarropa, dejándola inmediatamente sin vida y a un niño sin su mamá.
El caso ha generado indignación y repudio. Ahora, una allegada de la joven alzó su voz para pedir justicia y que la Policía, entidad a la que pertenecía el agresor, responda.
La madre de Yesica Paola habló con medios de comunicación donde indicó que su hija ‘no merecía caer en las manos de ese hombre’
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El repudiable ataque
El feminicidio ocurrió dentro de una peluquería en Ciudad Bolívar. Cámaras de seguridad registraron el momento exacto en el que Andrés Julián Mesa Ramírez, subintendente de la Policía Nacional, ingresó al local con un casco verde, caminó hasta donde estaba su expareja y, sin mediar palabra, le disparó repetidamente.
Tras el ataque, Mesa se disparó y fue trasladado al hospital de Meissen, donde falleció horas después. La Policía confirmó que se trató de su arma particular y que el uniformado contaba con antecedentes por violencia intrafamiliar: dos anotaciones, una en 2019 y otra tan reciente como junio de 2024.
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