El exdirector del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), Gustavo Bolívar, confirmó su salida del cargo el 16 de mayo, dando señales claras de su intención de aspirar a la Presidencia de la República en 2026. La renuncia al cargo, según analistas, responde a la necesidad de tomar distancia del Gobierno para cumplir con los requisitos legales y preparar el terreno para una eventual candidatura. En un emotivo video difundido en sus redes sociales, Bolívar agradeció a su equipo y compartió recuerdos simbólicos de su paso por el DPS, destacando un objeto regalado por la Fundación Paz y Amistad, en memoria de las víctimas de los falsos positivos.
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En declaraciones ofrecidas a Semana, el exsenador y libretista elevó el tono del debate al interior del Pacto Histórico al cuestionar lo que considera intentos de sectores del movimiento de imponer una candidatura sin consulta previa. Bolívar fue enfático en señalar que no participará en una contienda que no garantice un proceso democrático amplio y participativo: “Si no hay consulta, no voy a la candidatura y me retiro del partido”. Además, señaló que de no cumplirse este mecanismo, retornaría a su oficio como escritor de novelas, alejándose de la política activa.
Para Bolívar, la consulta es una línea roja innegociable: “Yo no le jalo a eso. Si no hay una consulta, estaría militando en un movimiento que no es democrático”, dijo, haciendo alusión a los principios que, según él, motivaron su ingreso al proyecto político liderado por el presidente Gustavo Petro. El también escritor denunció que algunos sectores estarían evitando la consulta bajo el argumento de que las encuestas lo favorecen ampliamente, lo que en su criterio “es un pretexto chimbo” para debilitar la participación de las bases.
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Aunque Bolívar mantiene una relación cercana con el presidente Petro, a quien ha respaldado desde sus inicios políticos, aseguró que su compromiso sigue siendo con los principios de participación popular y transparencia. Con su salida del Gobierno, deja un mensaje claro: su precandidatura está condicionada por el respeto a los mecanismos democráticos dentro del Pacto Histórico. Hasta ahora, el movimiento no ha definido oficialmente las reglas del juego para la elección de su candidato presidencial de cara a 2026, lo que abre un debate interno que podría marcar el futuro del progresismo en Colombia.









