Carlos Yepes A.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el acuerdo de Bretton Woods estableció un orden financiero global sustentado en el dólar estadounidense como moneda principal, creando instituciones como el FMI y el Banco Mundial. Sin embargo, durante la última década, la dinámica económica internacional ha experimentado cambios significativos, liderados por China y el grupo BRICS, que han creado alternativas al modelo tradicional mediante iniciativas como el Nuevo Banco de Desarrollo en Shanghái y la revitalización estratégica de la histórica Ruta de la Seda («Una Franja, Una Ruta»).
Estados Unidos, tras décadas de apertura y libre mercado, finalmente ha respondido a esta expansión económica china mediante políticas proteccionistas, imponiendo nuevos aranceles en busca de proteger sus industrias nacionales. Esta nueva dinámica comercial entre las dos potencias redefine la geopolítica global y genera incertidumbre, pero también ofrece oportunidades valiosas para regiones estratégicas como el departamento del Huila.
El Huila cuenta con una clara vocación agrícola y piscícola, y puede aprovechar significativamente esta coyuntura con productos como el café especial huilense, reconocido internacionalmente por su calidad excepcional; la tilapia, con amplio potencial exportador hacia mercados crecientes; y frutas tropicales como la granadilla, el maracuyá y la pitahaya, ideales para entrar en mercados de alto valor en Europa y Asia. La consolidación de procesos agroindustriales que otorguen valor agregado es clave para maximizar estos beneficios.
Además, desde varios escenarios hemos insistido en la importancia estratégica de consolidar en el norte del Huila un nodo logístico que impulse el comercio internacional desde el centro del país, aprovechando la privilegiada posición geográfica del departamento como bisagra en el sur colombiano. Esta propuesta cobra aún mayor relevancia si consideramos:
- La vía Pacífico-Orinoquía, que conectará estratégicamente el oriente y occidente del sur colombiano.
- La Ruta Nacional 45, fundamental para conectar el centro del país con Ecuador.
- La vía férrea actualmente en proceso de rehabilitación.
- El Río Magdalena como arteria fluvial para la movilización de carga.
- La posibilidad real y estratégica de desarrollar un aeropuerto internacional de carga en el Huila, que puede suplir las limitaciones de capacidad del aeropuerto El Dorado por su altitud sobre el nivel del mar. Recordemos que El Dorado mueve el mayor volumen de carga aérea en América Latina, seguido por el aeropuerto de Ciudad de México.
Adicionalmente, debemos destacar la enorme potencialidad del Huila para aportar soluciones concretas al que posiblemente es el desafío más crítico del futuro inmediato de la humanidad: la seguridad alimentaria. En este sentido, contamos con un proyecto estratégico incluido en el Plan Nacional de Desarrollo, como es el Distrito de Riego Hobo-Campoalegre-Neiva. Este distrito permitiría al departamento ampliar su frontera agrícola en más de 30 mil hectáreas, consolidando al Huila como una de las regiones con mayor potencial agroalimentario en América Latina, contribuyendo decididamente al abastecimiento regional y global de alimentos.
Frente a este escenario, es indispensable impulsar una política decidida de alianzas público-privadas que garantice inversiones robustas en infraestructura logística y conectividad. Consolidar al departamento del Huila como nodo logístico del país fortalecería significativamente su economía regional, diversificaría sus mercados internacionales y posicionaría al departamento como un referente estratégico para el comercio internacional desde Colombia hacia el mundo.
Aprovechar esta coyuntura global y responder con visión estratégica puede transformar radicalmente el desarrollo económico y social del Huila, generando crecimiento sostenible, empleo y bienestar para sus habitantes.
cyepes@hotmail.com
