El Ministerio de Defensa confirmó la reactivación del programa como respuesta al crecimiento de los cultivos ilícitos y la producción de cocaína en el país.
La medida, según indicó el ministro, está en fase de preparación logística. «La firma del contrato se dio en diciembre del año pasado bajo la administración del exministro Iván Velásquez», explicó Sánchez, y añadió que actualmente se están ajustando aspectos operativos como la compra de insumos y la contratación de personal que realizará la erradicación.
El retorno al uso del herbicida se da tras un aumento significativo en los cultivos de coca en Colombia. El más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) señala que entre 2022 y 2023 las hectáreas sembradas con coca crecieron de 230.000 a 253.000. Asimismo, la producción potencial de cocaína pasó de 1.738 a 2.664 toneladas métricas anuales.
Sánchez aclaró que la erradicación forzada no sustituirá otras estrategias, sino que las complementará: “Se seguirán implementando programas de sustitución en coordinación con las comunidades”, puntualizó.
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En los últimos años, la erradicación de cultivos ilícitos ha venido disminuyendo. Mientras en 2022 se erradicaron 68.893 hectáreas, en 2023 la cifra cayó a 20.323 y en 2024 a solo 9.403, de acuerdo con datos del Ministerio de Defensa.
El uso del glifosato había sido restringido al inicio del actual gobierno, bajo la directriz de proteger a los campesinos y evitar la criminalización de quienes cultivan bajo condiciones de vulnerabilidad. Sin embargo, el nuevo enfoque busca equilibrar las acciones sociales con medidas coercitivas en regiones con fuerte presencia de economías ilícitas.
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