El Gobierno Nacional puso en marcha gran parte de su reforma a la salud a través del Decreto 0858 del 30 de julio de 2025, expedido por el Ministerio de Salud. Con esta medida, se adopta oficialmente el Modelo de Salud Preventivo, Predictivo y Resolutivo, eje central del proyecto de reforma que no avanzó en el Congreso, pero que ahora se convierte en política pública de obligatorio cumplimiento.
La norma sustituye completamente la Parte 11 del Libro 2 del Decreto 780 de 2016 y establece un cambio de enfoque: de un sistema centrado en la enfermedad a uno orientado a la prevención, con atención anticipada, integral y territorializada.
¿Qué implica este nuevo modelo?
El decreto reorganiza el sistema nacional de salud en torno a cinco pilares principales:
Atención anticipada y territorial
El modelo prioriza la promoción de la salud y la prevención de enfermedades desde el primer nivel de atención. Para ello, se crean los Equipos de Salud Territorial, conformados por médicos, enfermeros y técnicos que visitarán comunidades para realizar seguimiento, diagnósticos tempranos y acompañamiento continuo, especialmente en zonas rurales y dispersas.
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Redes Integrales e Integradas Territoriales de Salud (RIITS)
La prestación de servicios se organizará en redes que integren instituciones públicas, privadas y mixtas según las características de cada territorio. Habrá dos niveles:
- Primario: atención básica, centros de salud, CAPS y servicios familiares.
- Complementario: mediana y alta complejidad, como hospitales y clínicas especializadas.
Gobernanza compartida y participación social
El Ministerio de Salud dirigirá la estrategia a nivel nacional, pero serán las entidades territoriales las responsables de ejecutarla. Además, se formalizan mecanismos como los COPACOS y los Consejos Territoriales de Seguridad Social en Salud, que permitirán a la ciudadanía participar en la vigilancia, planeación y evaluación del sistema.
Inversión en infraestructura y formalización laboral
Se priorizará el fortalecimiento del primer nivel de atención, incluyendo infraestructura, dotación tecnológica y formalización del talento humano en salud. Se hará énfasis en garantizar el servicio en zonas donde no es financieramente rentable, bajo el principio de rentabilidad social.
Enfoque diferencial y salud intercultural
El decreto contempla la territorialización del cuidado, adaptando las intervenciones a las condiciones culturales, sociales, epidemiológicas y ambientales de cada región. Esto incluye articulación con sistemas de salud propios de pueblos indígenas (como el SISPI) y el Plan Nacional de Salud Rural.
¿Qué pasará con las EPS?
Aunque las Entidades Promotoras de Salud (EPS) no desaparecen, su rol cambia sustancialmente:
- Dejan de ser el centro articulador del sistema y pasan a colaborar dentro de las nuevas Redes Territoriales.
- No liderarán los Equipos de Salud Territorial, pero deberán integrarse a su funcionamiento para asegurar continuidad en la atención.
- Participarán en la organización de las RIITS en coordinación con las autoridades locales.
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