En el marco de la presentación de la hoja de ruta para el nuevo Aeropuerto Internacional del Café, el presidente Gustavo Petro celebró el buen momento del precio del café, que ha crecido un 35% en términos reales en lo corrido del año. Sin embargo, advirtió sobre los desafíos fiscales que enfrenta el sector debido a la gestión financiera reciente de la Federación Nacional de Cafeteros.
“El incremento en el precio del café es una gran oportunidad, pero también trae un ingrediente negativo que nos preocupa profundamente”, señaló el mandatario, quien reveló que la Federación Nacional de Cafeteros enfrenta un déficit de 180 millones de dólares, atribuible a decisiones especulativas en la estrategia de contratos a futuro.
Contratos a futuro: una apuesta que salió costosa
Según explicó Petro, en los últimos tres años la Federación Nacional de Cafeteros apostó por un modelo de contratos a futuro, en los que se pactaron precios bajos que hoy resultan insostenibles frente al actual contexto de precios récord. “Se hicieron contratos a muy bajo precio, y lo que tenemos hoy son de los más altos precios en la historia reciente cafetera. El Fondo Nacional del Café tiene que cubrir esa diferencia, y eso ha generado este déficit”, afirmó.
El mandatario fue enfático al señalar que esta situación compromete al Fondo Nacional del Café, un patrimonio público administrado por la Federación bajo contrato con el Gobierno. Además, criticó a los congresistas que hundieron la Ley de Financiamiento, pues considera que esta situación fiscal es un ejemplo de las consecuencias de no haber contado con herramientas suficientes para enfrentar las necesidades del sector.
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Industrialización como oportunidad clave
A pesar de la crisis, Petro destacó que el aumento en los precios del café representa una oportunidad única para avanzar en la industrialización del sector cafetero. “Las embajadas se han puesto al servicio del exportador cafetero que industrializa su café”, dijo el mandatario.
El presidente también habló de la importancia de la regionalización del café como parte de una estrategia de largo plazo que permita a las zonas cafeteras no solo mejorar sus ingresos, sino también fortalecer sus economías locales a través de la producción con valor agregado.
¿Quién asumirá el déficit?
En cuanto al déficit del Fondo Nacional del Café, Petro sugirió que podría ser el Gobierno Nacional quien lo asuma, aunque bajo un nuevo pacto cafetero que garantice mejores condiciones para el sector.
El café sigue siendo una de las principales locomotoras de la economía colombiana, beneficiando a más de 500 mil familias cafeteras. Sin embargo, la actual crisis fiscal del Fondo Nacional del Café pone de relieve la necesidad de replantear la gestión del sector, priorizando estrategias que mitiguen riesgos financieros y aprovechen las oportunidades de mercado para impulsar un crecimiento sostenible.
El Gobierno reiteró su compromiso con el café como eje fundamental del desarrollo territorial, enfatizando la necesidad de decisiones que protejan tanto a los caficultores como a los recursos públicos.
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