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Gasolina costosa, diésel subsidiado: ¿quién está financiando a quién?

May 5, 2025

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Mientras el Gobierno eliminó los subsidios a la gasolina para reducir el déficit fiscal, mantiene el apoyo al diésel, generando un efecto inesperado: los conductores particulares están financiando, sin saberlo, al sector transporte.

DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA

Desde la llegada al poder del presidente Gustavo Petro, el precio de los combustibles en Colombia ha sufrido importantes transformaciones. Con el objetivo de reducir el déficit del Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles (Fepc), se eliminaron los subsidios a la gasolina corriente. Sin embargo, el precio del diésel o ACPM ha sido tratado de forma distinta, lo que ha generado un fenómeno poco visible: quienes compran gasolina están financiando indirectamente a los que usan diésel.

Este cruce de subsidios ha sido advertido por varios expertos. El profesor de la Universidad de los Andes, Sergio Cabrales, explicó que mientras el precio del galón de gasolina en Colombia es aproximadamente $1.500 más alto que en el mercado internacional, el galón de diésel sigue subsidiado con alrededor de $3.500. En otras palabras, los consumidores de gasolina están pagando de más para sostener el precio bajo del diésel.

Un subsidio que cambió de rostro

Felipe Campos, economista y gerente de estrategia de Alianza Valores, lo resume así: “Pasamos de decir ‘no vamos a subsidiar la gasolina’ a que la gente subsidie a los transportadores”. Según Campos, la eliminación del subsidio a la gasolina no ha significado el fin de los apoyos estatales, sino una redistribución en la carga económica. Ahora, los propietarios de vehículos particulares son quienes, mediante precios más altos, están soportando el costo del diésel barato que beneficia al sector transporte.

¿Por qué no sube el precio del diésel?

El Gobierno ha evitado subir el precio del ACPM por dos razones clave:

  1. Inflación: Un aumento en el precio del diésel podría tener un efecto directo sobre el costo de los alimentos y otros bienes, debido a su impacto en el transporte de carga.
  2. Presión gremial: El sector transporte es uno de los más organizados y ha demostrado su capacidad de paralizar el país si se siente afectado. Esto ha frenado cualquier intento de igualar el precio del ACPM al del mercado internacional.

Este tratamiento desigual ha generado críticas sobre la falta de equidad en la política de subsidios, ya que el costo lo terminan asumiendo en mayor proporción quienes no se benefician directamente del transporte de carga, como los conductores particulares y motociclistas.

Aumento en el consumo

Pese al aumento en los precios, el consumo de combustibles en Colombia mostró una recuperación en el primer trimestre de 2025. Según la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (Comce):

  • Las ventas de gasolina aumentaron un 1,26%.
  • Las ventas de diésel crecieron un 6,56%, lo que representa más de 31 millones de galones adicionales vendidos.

Estos datos sugieren que, aunque los precios han subido, la demanda sigue activa, lo que también podría reflejar una recuperación del transporte y de la economía en general.

Un mercado concentrado

La distribución de combustibles en Colombia está dominada por tres empresas: Organización Terpel, Primax y Chevron. Juntas, concentran más del 74% del mercado, lo que les otorga un papel clave en el suministro y la logística de los combustibles en todo el país.

¿Qué factores influyen en el precio?

El precio de los combustibles depende de múltiples variables: el precio internacional del petróleo (el Brent cerró en USD 61,9 el 2 de mayo), el tipo de cambio del dólar frente al peso colombiano, y las decisiones de política pública. Cada uno de estos factores puede hacer que el precio suba o baje, pero las decisiones políticas sobre los subsidios son hoy el componente más visible en la estructura de costos.

La eliminación del subsidio a la gasolina ha logrado reducir el déficit del Fepc, pero también ha generado un nuevo desequilibrio. Mientras el precio del galón de gasolina sube, el del diésel se mantiene artificialmente bajo. Esto ha convertido a los consumidores de gasolina en financiadores silenciosos del transporte de carga. La pregunta que queda en el aire es: ¿hasta cuándo durará este modelo y qué consecuencias tendrá a largo plazo?

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