Con el auge de la digitalización, los fraudes en Colombia se han sofisticado, poniendo en riesgo tanto a individuos como a empresas. El phishing es uno de los fraudes más comunes, donde los delincuentes se hacen pasar por entidades legítimas para obtener información confidencial. Para prevenirlo, nunca brinde datos personales si no está seguro de la autenticidad del mensaje o página web.
El robo de identidad es otro fraude frecuente, donde los estafadores obtienen información personal para realizar compras no autorizadas. Es fundamental que las empresas implementen medidas de verificación de identidad para evitar este riesgo. Los usuarios también deben ser cautelosos al compartir su información en línea.
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El fraude con tarjetas de crédito sigue siendo una práctica común, donde los delincuentes clonan tarjetas o realizan transacciones no autorizadas. Para protegerse, se recomienda hacer compras solo en sitios web oficiales y utilizar tarjetas virtuales para mayor seguridad.
Por último, las compras fraudulentas y las devoluciones falsas son prácticas que afectan tanto a compradores como a empresas. Verificar la reputación de las tiendas en línea y contar con políticas claras de devolución puede ayudar a reducir estos fraudes.
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