Desde su salida del Ministerio de Igualdad, la vicepresidenta Francia Márquez ha disminuido su presencia en los espacios clave del Ejecutivo, aunque mantiene sus funciones institucionales. El cambio se dio luego de diferencias con el presidente Gustavo Petro durante el primer Consejo de Ministros del año, en el que Márquez expresó desacuerdos sobre el manejo de algunas políticas públicas. Posteriormente, se designó a Carlos Rosero como nuevo ministro de Igualdad, mientras Márquez retomó su rol exclusivamente como vicepresidenta. La decisión evitó su posible renuncia al Gobierno, opción que estuvo sobre la mesa por algunos días.
Lea tambien: Petro “aclaró” lo que dijo contra Vargas Lleras
Desde ese momento, Márquez ha adoptado una agenda diferenciada al resto del gabinete, sin volver a formar parte del Consejo de Ministros. Ha cumplido con actividades programadas en regiones como el norte del Cauca y el Pacífico colombiano, manteniendo un enfoque en temas sociales, étnicos y de derechos humanos. A nivel simbólico, su visibilidad se ha reducido en el escenario nacional, aunque conserva representación institucional en foros internacionales, como el reciente panel “Mujeres Afropolíticas” en Ciudad de México, donde intervino como invitada.
La vicepresidenta continúa encargada de coordinar temas como el capítulo étnico del Acuerdo de Paz, la implementación de la Ley 70 de 1993 y proyectos de acceso a servicios básicos en territorios históricamente excluidos. Sin embargo, varias de estas funciones fueron asumidas por el Ministerio de Igualdad, limitando su margen de acción directa. Si bien ha sostenido encuentros institucionales, como uno reciente con la canciller Laura Sarabia sobre cooperación con África, su participación en decisiones centrales del Gobierno ha sido menor en comparación con el inicio del mandato.
Le puede interesar: “Aceptar un solo migrante encadenado es volver a los barcos de esclavos”: Petro en la CELAC
En sectores del Pacto Histórico se reconoce que Márquez atraviesa una etapa de menor protagonismo político. La pérdida de la personería jurídica de su movimiento “Soy Porque Somos” fue un revés adicional en sus aspiraciones de consolidar un proyecto político propio. Aunque se han planteado posibilidades de una futura candidatura presidencial, Márquez ha descartado públicamente esa opción por ahora. Su papel se mantiene vigente desde lo institucional, pero con menor incidencia en las decisiones estratégicas del Gobierno Nacional.
