Después de más de dos décadas sin respuesta, la familia de Víctor Hugo Navarro Morales logró cerrar un doloroso capítulo de búsqueda. El cuerpo del hombre, desaparecido en 2003, fue recuperado en el Cementerio Central de Neiva por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y entregado dignamente a sus allegados.
Navarro, oriundo del Putumayo, fue localizado durante la cuarta fase de intervención forense en este camposanto, realizada en diciembre de 2024 en cumplimiento de las medidas cautelares decretadas por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en 2019. Posterior al acto de entrega en la capital huilense, la familia decidió trasladar el cuerpo a Caquetá para darle sepultura según sus creencias y tradiciones.
Ángela Cordón Quintero, investigadora humanitaria de la UBPD en el Huila, destacó que el hallazgo fue posible gracias al trabajo conjunto con la Corporación Humanitaria Reencuentros, integrada por firmantes del Acuerdo de Paz. La articulación permitió identificar el sitio exacto donde reposaban los restos en una sepultura en tierra del cementerio.
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Para la familia, recibir el cuerpo significó poner fin a años de incertidumbre. Aunque habían recibido versiones sobre su fallecimiento, no contaban con información sobre su paradero. La entrega digna les permitió acceder a verdad, orientación y consuelo. Durante el acto, se entregó un árbol como símbolo de memoria, que el hijo de Víctor Hugo planea sembrar en su hogar como homenaje permanente.
Este caso forma parte de una intervención más amplia: entre 2006 y 2012, víctimas del conflicto armado de Huila, Tolima, Caquetá y Putumayo fueron inhumadas en el Cementerio Central de Neiva sin identificación. Tras siete fases de intervención, adelantadas hasta septiembre de 2025, han sido recuperados cerca de 97 cuerpos en fosas colectivas y en el columbario conocido como “Monumento 14” o “No me olvides”.
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