Las extorsiones e intimidaciones a comerciantes y campesinos en Huila y Tolima se han convertido en un problema creciente que afecta gravemente la seguridad y la economía local. Grupos criminales, utilizando redes sociales y haciéndose pasar por miembros de grupos armados ilegales, están exigiendo grandes sumas de dinero a cambio de no atentar contra la vida de sus víctimas ni destruir sus bienes.
DIARIO DEL HUILA, JUDICIAL
En los últimos años, las extorsiones e intimidaciones se han convertido en una de las principales preocupaciones de las autoridades y la ciudadanía en Colombia. Si bien las grandes ciudades como Barranquilla y Medellín ya han sido víctimas de estos delitos, este fenómeno ha alcanzado un auge alarmante en las regiones de Tolima y Huila, donde empresarios, agricultores, ganaderos y comerciantes se han visto seriamente afectados por grupos delincuenciales que no dudan en utilizar métodos violentos y psicológicos para imponer su voluntad.
Un Año de Incremento en las Extorsiones en Huila y Tolima
El 2024 ha sido especialmente complicado para los habitantes del Huila, un departamento conocido por su producción de café, ganadería y su creciente dinamismo comercial. Grupos de delincuencia común han comenzado a tomar fuerza en las zonas urbanas y rurales, utilizando diversas tácticas para extorsionar a los pobladores. Estos grupos, en su mayoría, han comenzado a emplear las redes sociales como una herramienta para intimidar y exigir pagos millonarios, lo que ha generado un clima de miedo y desconfianza.
Entre los sectores más afectados se encuentran los cultivadores de café, los comerciantes y los ganaderos. En municipios como Mariquita y Pitalito, los extorsionadores han aumentado sus actividades, pidiendo desde sumas menores como $10.000 hasta montos mucho más altos que oscilan entre $100 y $300 millones. De acuerdo con las autoridades, estas bandas delictivas no solo amenazan a sus víctimas, sino que también las presionan psicológicamente mediante mensajes de muerte a través de plataformas como Facebook e Instagram.
Métodos de Extorsión: Redes Sociales y Falsas Identidades
Uno de los métodos más inquietantes utilizados por estos grupos criminales es el uso de las redes sociales para enviar amenazas directas a sus víctimas. Plataformas como Facebook e Instagram se han convertido en vehículos de terror, ya que los delincuentes no solo envían mensajes intimidatorios, sino que también se hacen pasar por miembros de grupos armados ilegales, como las disidencias de las Farc o el Clan del Golfo.
Por ejemplo, en el caso de los ‘Elenos’, una banda delictiva que operaba en municipios de Huila como La Plata, La Argentina y El Agrado, se hacía pasar por integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN). A través de las redes sociales, este grupo enviaba amenazas a los comerciantes y campesinos, exigiendo grandes sumas de dinero y, en muchos casos, la destrucción de sus bienes si se negaban a pagar.
Guillermo Alvira, secretario de Seguridad Ciudadana del Tolima, mencionó que algunas bandas delincuenciales, al no tener el poder para generar pánico con los métodos tradicionales, optan por hacerse pasar por miembros de grupos como las disidencias de las Farc para generar miedo. En muchos casos, las víctimas acceden al chantaje por temor a represalias violentas, lo que perpetúa la dinámica de extorsión.
La Resistencia de los Comerciantes y Campesinos: Denuncias y Operativos Exitosos
A pesar del miedo que genera este fenómeno, muchos campesinos y comerciantes afectados han decidido hacer frente a las extorsiones y denunciar a sus agresores. Este coraje ha permitido que las autoridades, especialmente el Gaula de la Policía, pongan en marcha operativos para desarticular estas bandas y neutralizar a los delincuentes.
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Uno de los casos más notorios fue el de una banda que operaba en el municipio de Mariquita, donde dos sujetos, identificados como ‘Rodilla’ y ‘TresH’, fueron capturados tras hacer creer a sus víctimas que pertenecían al Clan del Golfo. Los operativos de la Fuerza Pública, con el apoyo de la Fiscalía, lograron desmantelar esta red que amenazaba con destruir negocios y atentar contra la vida de los comerciantes.
El coronel Fabio Ojeda, comandante de la Policía de Tolima, destacó que la captura de estos delincuentes se logró gracias a una investigación minuciosa que permitió recopilar pruebas valiosas. Además, destacó la valiosa cooperación de los ciudadanos, quienes, a pesar del temor, se atrevieron a denunciar.
En el caso de los ‘Elenos’, las autoridades lograron capturar a sus tres integrantes en La Plata y en Ibagué, después de una intensa investigación que involucró testimonios de las víctimas y la recolección de pruebas a través de mensajes intimidatorios enviados a través de las redes sociales.
El Impacto en el Comercio Local: Una Realidad Dolorosa para Huila y Tolima
El impacto de las extorsiones en las economías locales es devastador. Comerciantes, pequeños empresarios y campesinos se enfrentan a un dilema entre pagar las extorsiones o abandonar sus actividades productivas. En muchos casos, aquellos que no ceden a las demandas de los delincuentes son forzados a huir de sus tierras o cerrar sus negocios.
Un ejemplo de este fenómeno se presentó en Pitalito, donde un comerciante fue víctima de una extorsión de $15 millones bajo la amenaza de que su vehículo de carga sería destruido. Similar situación ocurrió en Timaná, donde un hombre fue detenido al recibir cinco millones de pesos provenientes de un chantaje que había sido realizado a través de WhatsApp, con imágenes del local comercial de la víctima como prueba de las amenazas.
Un Llamado a la Acción: Necesidad de Más Apoyo Institucional
A pesar de los avances en la captura de delincuentes, la extorsión sigue siendo un fenómeno creciente en el Huila y Tolima. La violencia asociada a estas bandas criminales se ha incrementado, lo que pone en riesgo la seguridad de los habitantes y la estabilidad de las economías locales. Las autoridades, aunque han logrado desarticular varias bandas, deben redoblar esfuerzos para garantizar la seguridad de los comerciantes, campesinos y empresarios en estas regiones.
Es necesario que se sigan promoviendo campañas de denuncia y que los ciudadanos encuentren en las instituciones públicas y en las fuerzas de seguridad un aliado firme. La lucha contra las extorsiones no solo es una responsabilidad de las autoridades, sino también de todos los colombianos que deben unirse para erradicar estos delitos que afectan a los sectores más vulnerables de la sociedad.
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