Diario del Huila

Explosión en Las Acacias deja alerta por manipulación ilegal de pólvora

Nov 12, 2025

Diario del Huila Inicio 5 Neiva 5 Explosión en Las Acacias deja alerta por manipulación ilegal de pólvora

En la mañana de este martes, el sur de Neiva se vio estremecido por una fuerte explosión que dejó una profunda huella de dolor y pérdidas materiales. El hecho, ocurrido en el barrio Las Acacias, se convirtió en una tragedia familiar que enluta a la capital huilense y reabre el debate sobre el almacenamiento ilegal de pólvora en zonas residenciales.

Por: Niyireth Cruz García

El momento de la tragedia

Eran aproximadamente las 6:15 de la mañana cuando un estruendo estremeció a los habitantes de la carrera 28 con calle 1D, en el barrio Las Acacias. En cuestión de segundos, una vivienda fue completamente destruida por una explosión que, según las primeras versiones de las autoridades, se habría originado por el almacenamiento irregular de pólvora que sería destinada a la venta, para la temporada navideña. 

El estallido sacudió varias cuadras a la redonda. Vidrios rotos, fachadas agrietadas y techos desprendidos fueron las huellas visibles de una tragedia que, además de cobrarse una vida, dejó a decenas de familias afectadas.

La onda explosiva alcanzó al menos 14 viviendas cercanas, cuyos propietarios aún no salen del asombro. “Fue como si hubiese caído una bomba”, contó uno de los vecinos, mientras observaba los daños en su casa.

De acuerdo con los primeros reportes oficiales, la explosión cobró la vida de Luis Armando Herrera, de 41 años, y dejó heridas a su esposa y a uno de sus hijos. Un segundo menor, también hijo del matrimonio, se encontraba en el colegio al momento del suceso, lo que evitó una tragedia aún mayor. Las dos personas lesionadas fueron trasladadas de inmediato a un centro asistencial; la mujer fue reportada inicialmente con pronóstico reservado, mientras que el menor permanecía bajo observación médica.

La reacción inmediata de la comunidad

Mientras llegaban los organismos de socorro, los vecinos corrieron hacia la vivienda en llamas intentando apagar el fuego con baldes de agua y ayudar a los heridos. El caos y la desesperación se apoderaron de la escena, generando zozobra y pánico, en medio de la confusión de lo acontecido. 

“Yo estaba durmiendo y explotó todo. Se destruyó la casa, había gritos, humo por todas partes, no sabíamos si había más explosiones por venir”, relató una vecina quien aún estaba aterrada por la escena que minutos antes había presenciado. 

Pocos minutos después, arribaron al lugar unidades del Cuerpo Oficial de Bomberos de Neiva, la Policía Metropolitana y funcionarios de la Secretaría de Gestión del Riesgo.

El sargento Andrés Bernal, del Cuerpo de Bomberos, explicó que el reporte inicial que se recibió en la estación fue una “explosión con posterior incendio estructural”. “De manera inmediata se dispuso de cuatro vehículos extintores y catorce unidades bomberiles. Logramos controlar las llamas en aproximadamente quince minutos, evitando que el fuego se propagara a otras casas”, indicó.

A pesar de la rápida respuesta, la magnitud del impacto ya había causado daños irreversibles, con destrucción del 100% de la vivienda. 

Explosión en vivienda ocasionada por pólvora, dejó sin vida a Luis Armando de 41 años

Voces desde el barrio Las Acacias

El barrio amaneció consternado, entre súplicas a Dios, y fuerzas para acompañar a la familia, y reponerse ellos mismos de lo ocurrido.  Muchos residentes aún no podían creer la triste escena de la tragedia que enluta hoy a la capital del Huila. 

“Eso duró más de media hora, fue terrible. Tuvimos que evacuar las motos y ayudar a sacar a la gente. Los bomberos llegaron rápido, pero ya el daño era grande. Ojalá esto sirva para que las personas tomen conciencia: no se puede tener pólvora en las casas, eso es jugar con la vida”, comentó Nelson, uno de los habitantes del sector, quien sufrió cortes leves en un dedo, cuando intentaba sacar las motos y evitar daños mayores. 

Los vecinos relataron que escucharon varias explosiones consecutivas, lo que hace pensar que dentro de la vivienda había una cantidad considerable de material pirotécnico. Sin embargo, ninguno de ellos sabía que allí se almacenaba pólvora.

Según versiones recogidas en el lugar, Luis Herrera se dedicaba a trabajar como transportador y comisionista de vehículos. Hace apenas una semana, había llegado un trasteo a la casa, pero nadie imaginó que se tratara de insumos relacionados con la fabricación o venta de pólvora.

El levantamiento del cuerpo y la tristeza de una familia

Una vez los bomberos lograron controlar la conflagración y asegurar el área, las unidades del CTI de la Fiscalía ingresaron a la vivienda para realizar el levantamiento del cuerpo. El cual quedó descompuesto, ya que se llevó la peor parte de la explosión, sufriendo impactos severos que según los vecinos habría quedado irreconocible. 

El cuerpo de Luis Armando Herrera fue trasladado a la morgue del Instituto de Medicina Legal para los procedimientos forenses.

Hasta el lugar llegaron familiares y amigos de la víctima. Su padre, Armando Herrera, conmovido por la pérdida, relató que trabajaban juntos en el gremio del transporte. “Mi hijo era un hombre trabaajdor, responsable y dedicado a su familia. Fue su esposa quien me llamó para contarme lo ocurrido”, expresó con la voz entrecortada, y sentimientos de dolor. 

La familia, originaria de Neiva, vive ahora uno de los momentos más difíciles. Su hijo adolescente, de 14 años, quien se salvó de la explosión por estar en el colegio, llegó poco después acompañado de otros familiares. Entre lágrimas y una profunda tristeza, estuvo frente a su vivienda intentando de entender lo sucedido. 

 “Pensé que era una bomba”: el miedo que sacudió a los vecinos

El estruendo fue tan fuerte que se sintió a varias cuadras de distancia. En redes sociales, los testimonios de los habitantes del sector expresaron su temor ya que el estruendo se sintió muy fuerte. 

Beatriz Valderrama, residente cercana al lugar de la tragedia, escribió en las redes sociales de este medio de comunicación :“Así de fuerte fue el estruendo, que vivo al lado del IPC y los techos se movieron. Pensé que era una bomba en la Policía o en el CAI. Fue un susto enorme. Estas cosas deben ser advertidas: si alguien sabe que en una casa almacenan cosas peligrosas, debe decirlo. No es por ser chismosos, sino por prevención. Ahora mire lo que pasó; los vecinos dicen que ni siquiera conocían a los que vivían allí. ¿Cómo no vamos a conocernos entre vecinos?”.

Su mensaje se hizo viral en grupos comunitarios, generando reflexiones sobre la importancia de la solidaridad y la comunicación en los barrios.

Otro vecino, Duver Suárez, quien vive frente a la vivienda del siniestro, contó con angustia:
“Yo entré, pero ya era demasiado tarde. El cuerpo estaba muy mal. Intenté ayudar, pero ya no se podía hacer nada. No pensé en el riesgo, solo en salvar la vida del compañero. Entré con la señora, pero el fuego era demasiado fuerte. Quedé en shock. La casa estaba en llamas”.

Las palabras de Duver reflejan la desesperación de una comunidad que, en medio del miedo, no dudó en arriesgarse por ayudar.

Dos perros, resultaron heridos y un loro perdió la vida. 

Los animales fueron víctimas 

La tragedia no solo afectó a las personas. En la vivienda se encontraban cuatro mascotas: dos perros y dos loros. Uno de los loros murió producto de la onda explosiva y el otro según la oficina de gestión del riesgo no habría sido localizado. 

Uno de los perros fue hallado entre los escombros, cubierto de polvo y con quemaduras leves. Gracias al trabajo de los bomberos y la comunidad, fue rescatado con vida y trasladado a una veterinaria para su atención.

Hasta el sitio llegaron funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente y de la Policía de Carabineros, quienes brindaron apoyo y seguimiento a los animales afectados. “Nuestros equipos de bienestar animal atendieron de inmediato el caso. Se realizó valoración veterinaria y atención de emergencia para las mascotas sobrevivientes”, indicó un funcionario del área ambiental.

El hecho reaviva la preocupación por la vulnerabilidad de los animales domésticos en emergencias de este tipo. 

Investigación en curso

Las autoridades adelantan las respectivas investigaciones para esclarecer las causas y determinar responsabilidades.

El coronel Héctor Jairo Betancourt, comandante de la Policía Metropolitana de Neiva, afirmó que los hallazgos en el lugar confirman la presencia de material pirotécnico. “Se encontraron volcanes, totes, pólvora negra y otros elementos artesanales. Este tipo de prácticas no solo son ilegales, sino extremadamente peligrosas. No son responsables ni con quienes las realizan ni con los vecinos que resultan expuestos a estos riesgos”, señaló.

El oficial indicó además que se trabaja en coordinación con la Fiscalía y el CTI para establecer el origen de los elementos explosivos y las causas que ocasionaron esta explosión que hoy afecta a todo un barrio y deja a una persona muerta. 

Por su parte, la Secretaría de Gobierno de Neiva anunció que se reforzarán las campañas de prevención en los barrios del sur de la ciudad, especialmente de cara a las festividades de fin de año, época en la que aumenta el uso y comercialización ilegal de fuegos pirotécnicos.

“El fuego se extendía rápido”: el trabajo de los bomberos

El sargento Bernal explicó que el incendio posterior a la explosión se propagó con rapidez debido a los materiales inflamables presentes en la vivienda. “Había mucho material combustible. La estructura colapsó en segundos. Por fortuna, logramos contener el fuego antes de que alcanzara más casas”, detalló.

Durante las labores de extinción, los bomberos tuvieron que sortear el riesgo de nuevas detonaciones, pues aún quedaban restos de pólvora dispersos entre los escombros. Así que dentro de sus protocolos impidieron el ingreso de cualquier autoridad y persona civil hasta la vivienda, descartando posibles detonaciones. 

“En este tipo de emergencias, pedimos a la comunidad que no ingrese al área ni se acerque, porque puede haber peligro de nuevas explosiones. Lo mejor que pueden hacer es despejar la zona y permitir el trabajo de los equipos especializados”, advirtió Bernal. Señalando que en el momento fue desafiante poder desarrollar las labores por la cantidad de personas que estaban en el lugar. 

Dos personas heridas, una mujer y un menor fueron traslados hasta un centro asistencial. 

La prevención: un llamado urgente

La tragedia del barrio Las Acacias se suma a una serie de incidentes relacionados con el manejo inadecuado de pólvora en el país. Aunque las autoridades locales han insistido en las campañas de prevención, cada año se registran quemados, incendios y muertes por la manipulación de estos productos.

“Es fundamental que la comunidad comprenda que el almacenamiento de pólvora no solo es ilegal, sino un atentado contra la vida misma. Debemos reforzar la cultura de la denuncia y la prevención”, enfatizó el coronel Betancourt.

Desde la Secretaría de Gestión del Riesgo de Neiva, se anunció una evaluación estructural de las viviendas afectadas y un acompañamiento psicosocial a las familias damnificadas. “Estamos levantando un censo de los daños y evaluando las ayudas humanitarias para los afectados”, informó la jefe de la oficina de Gestión del riesgo Nancy Trujillo. 

Un barrio en duelo y una lección dolorosa

Horas después de la explosión, el barrio Las Acacias permanecía acordonado. Los curiosos observaban en silencio mientras los socorristas removían los restos calcinados de la vivienda. Entre murmullos y especulaciones se intentaba dar explicaciones de lo ocurrido, sin embargo, las autoridades fueron determinantes en afirmar que se iniciarán los procesos investigativos pertinentes para determinar lo acontecido. 

Los vecinos, en medio de la preocupación, estuvieron presente todo el tiempo, prestos también a brindar la ayuda a la familia afectada. La tragedia deja una marca imborrable y una lección urgente: el manejo irresponsable de pólvora puede acabar con vidas y destruir comunidades enteras.

La tragedia ocurrida en el barrio Las Acacias reabre un debate necesario sobre el uso de la pólvora y sus consecuencias. A las puertas de la temporada decembrina, cuando su manipulación y venta se incrementan, las autoridades y la ciudadanía deben reforzar los llamados a la prevención y la conciencia colectiva. Más allá de las sanciones, se trata de proteger la vida, la integridad y la tranquilidad de las comunidades. Cada año, detrás de los estallidos y luces que adornan las fiestas, hay historias de dolor que podrían evitarse si se entiende que la pólvora, lejos de ser un juego, es un riesgo que no vale la pena asumir.

Tal vez te gustaría leer esto