Por primera vez, exmilitares responsables de los ‘falsos positivos’ participan en la búsqueda de desaparecidos en el Cementerio Central de Neiva, Huila. Esta intervención, que forma parte de las sanciones anticipadas de la JEP, busca esclarecer los crímenes del conflicto armado y ofrecer reparación a las víctimas.
DIARIO DEL HUILA, ESPECIALES
Por: María Camila Mosquera M.
En un hecho sin precedentes en la historia reciente del conflicto armado colombiano, exmilitares involucrados en los llamados ‘falsos positivos’ participan por primera vez en la búsqueda de desaparecidos como parte de una sanción anticipada en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Esta acción, que se lleva a cabo entre el 22 y el 27 de abril en el cementerio central de Neiva, Huila, marca un hito en la participación activa de los responsables en las intervenciones forenses y en el proceso de esclarecimiento de uno de los crímenes más devastadores del conflicto: la desaparición forzada.
Un paso histórico en el esclarecimiento de la verdad
La intervención, que tiene lugar en el Monumento 14 del Cementerio Central de Neiva, se realiza como parte de las sanciones anticipadas impuestas por la JEP a los responsables de los ‘falsos positivos’. Este acto es un ejemplo de cómo los exmilitares involucrados en estos crímenes están cumpliendo con las medidas restaurativas establecidas por el sistema judicial especial de paz.
Por primera vez, tres exoficiales del Ejército, responsables de la ejecución extrajudicial de civiles que fueron presentados como bajas en combate, están contribuyendo directamente a la búsqueda de los desaparecidos, aportando información clave sobre los lugares de inhumación clandestina. Los exmilitares, quienes en agosto del año pasado ya reconocieron públicamente su responsabilidad ante las víctimas, se han comprometido con la reparación del daño causado, participando en proyectos como la intervención forense que se desarrolla en el cementerio de Neiva.

Estos tres oficiales, cuya identidad ha sido resguardada por razones de seguridad, forman parte de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) en colaboración con la JEP, y han sido incluidos en el proceso de sanción anticipada como parte de su condena. Este proceso de sanción anticipada es una de las formas de reparación acordadas por la JEP para los exmiembros de la Fuerza Pública responsables de crímenes de lesa humanidad y violaciones graves de derechos humanos.
La búsqueda en el cementerio central de Neiva
El Cementerio Central de Neiva ha sido identificado como un punto de interés forense clave, ya que en él se encuentran «156 bóvedas de tamaño estándar», algunas de las cuales habrían sido utilizadas para enterrar a personas no identificadas, presuntamente víctimas de desaparición forzada en el contexto de los ‘falsos positivos’. La JEP y la UBPD han señalado que este es uno de los más de 10.000 puntos de interés forense dispersos en todo el país, que están siendo investigados en el marco de los procesos de esclarecimiento de la verdad.
Durante la intervención que tiene lugar entre el 22 y el 27 de abril, los exmilitares participan directamente en las labores de prospección forense, identificando posibles lugares de inhumación clandestina y proporcionando detalles sobre las víctimas desaparecidas que podrían haber sido enterradas en este cementerio. Esta intervención no solo tiene como objetivo la identificación de restos, sino también la búsqueda de respuestas para las familias de las víctimas, quienes esperan conocer la verdad sobre el paradero de sus seres queridos.

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La UBPD, que ha liderado la búsqueda de personas desaparecidas en el país desde su creación, considera que la participación de los exmilitares en este proceso es un paso significativo hacia la construcción de la verdad y la reparación para las víctimas. En este sentido, la JEP subraya que la colaboración de los exoficiales en estas actividades representa un esfuerzo por reparar el dolor de las familias y contribuir a la verdad, un principio fundamental del proceso de justicia transicional.
El subcaso Huila y la reparación de las víctimas
El subcaso Huila, en el que se enmarcan estos hechos, es uno de los más importantes dentro del Caso 03 de la JEP, que investiga el patrón de crímenes de ‘falsos positivos’ cometidos por la Fuerza Pública en diversas regiones del país. En este subcaso, se ha imputado a 36 miembros de la Fuerza Pública, adscritos a la Novena Brigada del Ejército, por la ejecución de 200 personas presentadas ilegítimamente como bajas en combate, de las cuales 32 fueron víctimas de desaparición forzada.
La JEP ha señalado que este proceso de sanción anticipada y los proyectos restaurativos, como la intervención en el cementerio de Neiva, forman parte de la estrategia de resarcimiento del daño a las víctimas. Los exmilitares que participan en estas actividades deben asumir su responsabilidad, colaborar con la verdad y contribuir al esclarecimiento de los hechos, lo que representa una de las condiciones de las sanciones anticipadas establecidas en el marco del proceso judicial.
La participación de los exmilitares en estos trabajos forenses es, además, un ejemplo de la aplicación de las sanciones propias de la JEP, que no se limitan a la pena privativa de libertad, sino que buscan la reparación integral de las víctimas y la construcción de memoria histórica. Las actividades de reparación también incluyen proyectos de restauración simbólica y de acercamiento a las víctimas, con el fin de facilitar la reconciliación y la paz en las regiones más golpeadas por el conflicto armado.

Evaluación y replicabilidad del modelo
La jornada de intervención en el Cementerio Central de Neiva será evaluada para determinar su replicabilidad en otras zonas del país, como Pitalito y Garzón, donde también se presume que se encuentran inhumaciones clandestinas de víctimas de desaparición forzada. Si los resultados de esta intervención son positivos, se ampliará a otros cementerios de la región, con el fin de seguir contribuyendo al esclarecimiento de los hechos y a la reparación de las víctimas.
En este sentido, el modelo de sanción anticipada que involucra a los exmilitares en trabajos forenses y restaurativos está siendo evaluado para su expansión en otras regiones del país. La JEP considera que estas iniciativas no solo permiten avanzar en el proceso de justicia transicional, sino que también son una forma de construir una memoria colectiva y una cultura de paz en las comunidades afectadas por el conflicto armado.
Un paso hacia la reconciliación
La participación de los exmilitares en las intervenciones forenses es un paso crucial para la reconciliación en Colombia. Aunque no puede reparar completamente el daño causado por los ‘falsos positivos’ y otras violaciones de derechos humanos, este proceso contribuye al reconocimiento de la responsabilidad y al esfuerzo por esclarecer la verdad. La colaboración de los responsables con la justicia transicional, como se está viendo en el caso de Neiva, es una señal de que, aunque la reparación es un proceso largo y complejo, es posible avanzar en la construcción de paz y en la restauración de la dignidad de las víctimas.
En conclusión, la intervención forense en el Cementerio Central de Neiva marca un momento histórico en el proceso de justicia transicional en Colombia. La participación activa de los exmilitares en esta búsqueda de desaparecidos representa una parte fundamental de las sanciones anticipadas de la JEP y una oportunidad para que las víctimas encuentren la verdad y comiencen el largo camino de la reparación.

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