Diario del Huila

Exceso de reductores de velocidad

Dic 9, 2024

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Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino alfonso519@gmail.com

Con el fin de persuadir a los conductores para que se disminuyan sus velocidades en tramos determinados, las autoridades de tránsito han auspiciado la construcción de los reductores de velocidad o denominados “Policías acostados”.

De acuerdo con la reglamentación vial, se construyen cuando se transita por una carretera y se llega a una población en donde es necesario circular a una menor velocidad. Igualmente, en zonas urbanas o rurales en donde se requiere transitar con precaución por la presencia permanente de peatones que cruzan la vía o se tienen altos antecedentes de accidentalidad, en zonas escolares ubicadas en áreas urbanas, con afluencia de menores de edad y en la llegada a estaciones de peaje.

La indisciplina social generada porque no se cumple la reglamentación de la velocidad de los vehículos a través de señales verticales u horizontales, obliga a colocar dispositivos que generan una mayor atención por parte de los conductores.

Desde hace más de tres décadas he circulado por la vía Neiva-Pitalito y viceversa, la cual se había convertido en una verdadera tortura por los 448 reductores de velocidad (Los tenía cuantificados y memorizados) que se habían instalado a lo largo del trayecto. Además de los cráteres que presentaba la vía por el abandono estatal de las instancias nacionales y que el exgobernador de la época, Carlos Julio González Villa, se convirtió durante su periodo constitucional, en un defensor a ultranza para el arreglo y reparación de la Ruta 45.

Con su liderazgo y el apoyo del Consejo Gremial, de los congresistas huilenses y demás sectores políticos de la región surcolombiana, el gobierno nacional, logró destrabar el problema que tenía paralizada esta mega obra. Con el nuevo Concesionario Ruta 45, por fin se iniciaron las obras en mención.

Nos debemos sentir satisfechos por el avance positivo de éstas. Se ven los resultados cuando transitamos por éstas. A pesar de las torturas y las demoras provocados por los pares y sigas, debemos ser pacientes. Valen la pena. Están quedando muy buenas. Pero últimamente he notado a mi modesto punto de vista un lunar. A pesar de que han quitado todos los reductores que habían, la empresa concesionaria se les ha dado por construir otra vez los tortuosos policías acostados en algunos tramos de la vía.

En el tramo comprendido entre Gigante y Garzón, se han erigido en sitios donde jamás habían existido. Respetuosamente no soy experto en materia de seguridad vial. En plenas curvas y de manera continua, están contribuyendo a detener la velocidad de los vehículos abruptamente, generando daños y deterioro a éstos. Me hago la siguiente pregunta: ¿Por qué no se instalan radares de velocidad y foto multas? Por las buenas y por la afectación al bolsillo, se disminuye la velocidad, pero no se dañan los automotores. Así existen en otras vías del país. Esta es una vía panamericana. Por tal motivo, no deben existir tales reductores de velocidad.

Respetuosamente le pido a las directivas de la Concesionaria, que me corrijan, si estoy equivocado. Es mi modesta percepción. Se espera que el tiempo de recorrido entre los municipios mencionados se recorte y no se vaya a alargar con estos policías acostados. Sería interesante que se reunieran con el Consejo Gremial, autoridades y directivas de las empresas transportadoras para revisar este tema.

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