En la última década, el salario mínimo en Colombia ha experimentado una transformación sustancial, marcada por incrementos que buscan responder tanto a las necesidades económicas de los trabajadores como a las condiciones del mercado laboral. Desde 2014, cuando se fijó en $616.000, hasta el 2024, con $1.300.000, el aumento acumulado supera el 110%. Este crecimiento refleja los esfuerzos de los diferentes gobiernos por proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos y reducir las brechas sociales.
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El impacto de la inflación y la productividad ha sido determinante en los ajustes salariales anuales. Por ejemplo, el 2022 marcó un hito con un incremento del 10,7%, mientras que en 2023 se registró una subida histórica del 16%, considerada una de las mayores en los últimos años. Estos aumentos no solo representaron un alivio para millones de trabajadores, sino también un desafío para el equilibrio económico, ya que el incremento de los salarios debe estar alineado con la capacidad productiva y las condiciones del mercado.
Sin embargo, no todos los años mostraron aumentos significativos. En 2021, el incremento fue del 3,5%, el más bajo de la década, en un contexto de incertidumbre económica global. Este contraste evidencia cómo las decisiones salariales responden a las dinámicas nacionales e internacionales, siendo una herramienta clave para mitigar los impactos de crisis como la generada por la pandemia de COVID-19.
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Valores que se tenían de periodos anteriores:
2014: $616.000 con una subida del 4,5$
2015: $644.350 y un aumento del 4,6%
2016: $689.455 con un crecimiento del 7%
2017: $737.717 y un incremento del 7%
2018: $781.242 y una reducción al 5.9%
2019: $828.116 y una subida del 6%
2020: $877.803 con un aumento del 6%
2021: $908.526 y una baja al 3,5%
2022: $1.000.000 con un incremento del 10,7%
2023: 1.160.000 y una subida del 16%
2024: 1.300.00 y un decrecimiento del 12%
