La primera etapa del Tour de Francia 2025, un recorrido de 185 km con inicio y meta en Lille, culminó en una jornada caótica marcada por intensos vientos, múltiples caídas y cortes en el pelotón, lo que dio paso a un tenso sprint masivo. El belga Jasper Philipsen, del equipo Alpecin–Deceuninck, se impuso con autoridad en el embalaje final, alzándose con su décima victoria en la Grande Boucle y conquistando el preciado maillot amarillo.
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El dominio de Philipsen fue posible gracias al impecable trabajo de equipo, sobre todo en el tramo final, en donde su compañero Mathieu van der Poel lo posicionó correctamente para rematar la etapa. El eritreo Biniam Girmay (Intermarché–Wanty) y el noruego Søren Wærenskjold (Uno‑X) completaron el podio, ubicándose segundo y tercero respectivamente.
No todo fue triunfo: el trayecto se vio empañado por caídas significativas, la más grave a menos de 5 km de la meta, donde se vieron involucrados ciclistas como Ben O’Connor y Marijn van den Berg, aunque protegidos por la normativa que salvaguarda el tiempo en los últimos kilómetros. Más temprano en el recorrido, dos aspirantes a la general —Filippo Ganna y Stefan Bissegger— abandonaron la carrera tras accidentarse.
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La jornada también dejó marcadas a figuras como Remco Evenepoel y Primož Roglič, quienes sufrieron una brecha de 39 segundos tras un abanico generado por Jonas Vingegaard y Tadej Pogačar, que se mantuvieron en el grupo principal. Este inesperado panorama amplía la contienda desde el comienzo, anunciando un Tour lleno de retos, especialmente con la próxima etapa de 209 km hacia Boulogne‑sur‑Mer, donde los equipos punteros buscarán recuperar terreno.
