Diario del Huila

“Estamos en el olvido”: pescadores artesanales

Jul 3, 2025

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Tras varias horas de cierre en la vía Neiva–Fortalecillas por parte de los pescadores artesanales de la zona, esperan llegar a importantes conclusiones con los entes gubernamentales, con el objetivo de recibir apoyo para progresar en su actividad, ya que llevan varios meses en crisis por el aumento del caudal del río.

DIARIO DEL HUILA, PRIMER PLANO
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez

Desde las 5:00 a.m., pescadores artesanales del norte del Huila realizaron un nuevo bloqueo en la vía que comunica a Neiva con el corregimiento de Fortalecillas, debido al incumplimiento de compromisos asumidos por el Gobierno departamental y municipal.

“Estamos haciendo este bloqueo por incumplimiento del gobierno. El gobierno cree que nosotros, de pronto, no existimos como pescadores artesanales. Somos parte de una cadena alimenticia y estamos desamparados. No nos han querido ayudar, tenemos muchas peticiones y nunca nos han cumplido. Hemos tenido varias reuniones con ellos, les pedimos ayudas humanitarias y qué tristeza con lo que nos dieron: una libra de arroz para repartir entre tres socios. ¡Qué ignorancia la del gobierno!”, expresó Félix Valderrama, presidente de Asoagropescar Huila.

Los voceros del bloqueo señalaron que la protesta sería de carácter indefinido hasta que se instale una mesa de diálogo directa con las autoridades departamentales y se lleguen a acuerdos y soluciones inmediatas.

“En estos momentos queremos que el gobernador, el alcalde, el procurador, la Defensoría del Pueblo y la Personería se sienten a dialogar con nosotros. De resto, nos han incumplido con la falta de recursos, oportunidades de empleo y de trabajo. Ya llevamos seis meses sin poder trabajar en el río, estamos desconocidos por el gobierno”, sostuvo el presidente de Asoagropescar.

El gremio pesquero reclama atención urgente a las afectaciones que han sufrido desde la construcción y operación de la hidroeléctrica El Quimbo, así como por los recientes impactos provocados por las constantes aperturas de compuertas tanto de El Quimbo como de la represa de Betania, situación que ha alterado los niveles del río Magdalena y afectado gravemente su actividad económica.

“Nunca hemos tenido un recurso de parte del gobierno. La vez pasada llegamos a unos acuerdos que se los llevó el viento, ni siquiera tenemos las actas de esos acuerdos. Tenemos una demanda hace mucho tiempo por la contaminación del río Magdalena, por los daños que nos están causando. Nos lo dejaron de por vida: el río Magdalena lo mantienen constantemente crecido y los criaderos de pescado se taparon”, explicó el pescador.

Según la comunidad, entre las peticiones incumplidas están las ayudas humanitarias, la entrega de herramientas para la pesca y el apoyo económico para las asociaciones de pescadores artesanales constituidas.

“Nosotros de aquí no nos pensamos mover. Si llegamos a acuerdos, con mucho gusto nos movemos. Necesitamos soluciones ya, no en 15, 20 días, ni en uno o dos meses. Las necesitamos ya”, dijo.

De acuerdo con Valderrama, son cerca de 220 personas dedicadas a la pesca artesanal, agrupadas en siete asociaciones constituidas en esta zona del Huila, quienes se han sumado a la protesta.

“Queremos que el gobierno se comprometa con nosotros con la ayuda humanitaria, con los kits de pesca. La pesca artesanal se está acabando, ¿sí? Pero mientras nos dan un proyecto productivo, ¿qué tenemos que hacer nosotros? Seguir con la misma actividad, mientras ese proyecto empieza a generar recursos”, manifestó Valderrama.

Frente a la situación que atraviesa el Huila por el cambio climático, que ha obligado a la apertura de las compuertas de las represas de Betania y El Quimbo, el representante de los pescadores artesanales afirma que llevan meses enfrentando una difícil situación económica, junto con sus familias.

“Por lo menos llevamos seis meses en los que la situación económica de los pescadores artesanales es muy difícil. Solamente nosotros, que vivimos de esta actividad, la conocemos. Pero es muy difícil, como se lo hemos expresado a ambos gobiernos”, dijo el pescador.

Félix Valderrama también cuestionó que tanto la Alcaldía de Neiva como la Gobernación del Huila cuenten con ayudas humanitarias, mientras el gremio pesquero enfrenta una situación crítica.

Exigen que el gobierno departamental y municipal no los olvide.

Las necesidades

La demanda más urgente de la comunidad pesquera se centra en la dotación de canoas, motores y otros elementos para mejorar sus condiciones laborales. Valderrama destaca que una canoa puede costar alrededor de un millón quinientos mil pesos, una cifra inalcanzable para muchos pescadores afectados. Además, las fuertes lluvias han incrementado el cauce del río, impidiendo que puedan desarrollar su labor.

El pescador agregó que, aunque la vía está totalmente cerrada, están permitiendo el paso de personas con citas médicas y el corredor humanitario, hasta que el gobierno se comprometa a cumplir sus exigencias.

“La prioridad es enfermería, misión médica, personas enfermas, discapacitadas y el corredor humanitario. Ellos pasan, no hay ningún problema. Eso lo estamos respetando. Vehículos no estamos dejando pasar por el momento”, explicó el presidente pesquero.

Meses de afectación

Por otro lado, William Charry, fiscal de la Asociación de Pescadores del Alto Magdalena, ubicada sobre la avenida Circunvalar con calle 13, dio a conocer las afectaciones que han sufrido las familias dedicadas a la pesca en el Huila.

“La problemática que vienen viviendo los pescadores es desde hace algunos años con el tema de la represa de Betania, y ahora con la del Quimbo. Hemos tenido varias mesas de diálogo con la Alcaldía de Neiva y la Gobernación. Desafortunadamente, no ha habido una aceptación de las peticiones. En la última reunión se comprometieron a ayudarnos, pero nada ha pasado. Nos salieron con unos mercados: 2 libras de arroz, 1 de azúcar, un aceite de 1.000 pesos, 1 libra de espaguetis, 1 libra de sal. Eso era para dos personas. A nosotros eso nos ofendió demasiado y no lo recibimos”, expresó.

El vocero indicó que los sedimentos de las represas también los están afectando y que han solicitado la limpieza del río Magdalena sin resultados.

“El río Magdalena se ha venido llenando con arena, lo que tapa las cuevas donde se reproducen los peces. La represa de Betania está arrojando esos sedimentos por las turbinas. Le hemos dicho a la Gobernación y al municipio que nos den ese trabajo a los pescadores. Otra petición es el mejoramiento de vivienda. Y cuando el río crece, nos es imposible pescar”, indicó Charry.

En su asociación son más de 20 las familias afectadas por el invierno y la imposibilidad de pescar para el sustento diario. Por ello, exigen ayudas inmediatas por parte de los gobiernos.

“En este momento somos 21 familias afectadas, pero dentro de las siete asociaciones que estamos hoy acá haciendo este plantón hay 185 familias de los sectores de El Venado, Neiva, Villavieja y Hato Nuevo”.

La lucha detrás de las mujeres

En estas asociaciones también hay grupos de mujeres que se dedican a esta loable labor; otras acompañan a diario a sus esposos. Ellas también se han visto afectadas por esta situación y han tenido que buscar otras opciones para llevar el sustento a sus hijos.

En ese sentido, Yurany Quintero Vanegas, presidenta de la Asociación Asovillavieja, dio a conocer la radiografía del importante papel que cumplen las mujeres en esta labor.

“Llevamos más de seis meses con las represas al tope, y eso nos afecta mucho. Nosotros, los pescadores, no hemos podido conseguir el sustento. Nos ha tocado, mejor dicho, arañar por aquí y por allá para llevar la comidita a la casa. Pedimos que el gobierno se ponga la mano en el considere y nos apoye, que los recursos que entran para los pescadores sean realmente para los pescadores y no se desvíen”, reveló.

Debido al aumento del caudal del río no han podido pescar.

Minería ilegal, otra problemática

La contaminación en el río Magdalena se suma a la disminución de la población de peces, provocada por el cambio climático y las altas temperaturas, lo que ha dificultado aún más la supervivencia de estos pescadores.

Expertos de la Universidad Nacional de Colombia alertan que la contaminación, la deforestación y las represas hidroeléctricas están llevando al río Magdalena a una crisis ambiental sin precedentes.

Este río, que atraviesa 22 departamentos y 728 municipios, enfrenta graves amenazas que comprometen su biodiversidad, la regulación hídrica y el sustento de millones de colombianos.

El profesor Jhon Charles Donato Rondón, del Departamento de Biología de la Universidad Nacional, destaca que el 80% de la contaminación del Magdalena proviene de actividades domésticas, minería ilegal y deforestación.

Además, las represas de El Quimbo y Betania, ubicadas en el Huila, han provocado que el 78 % de la cuenca alta del río sufra erosión crítica. En los últimos 40 años, el volumen de pesca se redujo en un 62,5 %, afectando directamente a las comunidades pesqueras.

Estudios del Instituto Humboldt revelan que los humedales del río Magdalena han perdido el 24 % de su área, impactando gravemente a las 233 especies de peces que habitan este ecosistema, de las cuales el 76 % son autóctonas.

Finalmente, hasta el cierre de esta edición, los pescadores se encontraban en reuniones con el gobierno, tratando de llegar a conclusiones importantes, teniendo en cuenta que en varias oportunidades anteriores les han incumplido.

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