Las fuerzas armadas de Estados Unidos incorporaron oficialmente un reciente ataque contra una lancha en el mar Caribe dentro de la misión denominada “Lanza del Sur”, una operación que hasta ahora no había sido mencionada de manera pública en relación con estos hechos.
El anuncio se produjo ayer viernes, tras confirmar que cuatro personas murieron durante la intervención realizada el pasado 10 de noviembre.
Desde agosto, el presidente Donald Trump y varias autoridades estadounidenses han divulgado numerosos videos de acciones letales contra embarcaciones señaladas de operar para redes del narcotráfico. Sin embargo, por primera vez uno de estos episodios fue presentado como parte de la misión “Lanza del Sur”, según una publicación del Comando Sur en la red X. Esta fuerza militar lleva tres meses desplegada en aguas internacionales próximas a Venezuela.
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A pesar de que el alcance de las operaciones no ha cambiado —pues continúan dirigiéndose exclusivamente contra lanchas aisladas en altamar—, el contexto político ha elevado la tensión debido a la posibilidad de que estas intervenciones puedan escalar hacia objetivos terrestres.
En una corta declaración a la prensa antes de viajar a Florida, el presidente Trump afirmó que ya ha tomado una decisión respecto a Venezuela, aunque añadió: “no puedo decirles que será”, al ser consultado sobre las reuniones sostenidas con el Pentágono para evaluar posibles acciones.
Previo a esas declaraciones, un funcionario que habló bajo condición de anonimato aseguró al Washington Post que Trump revisó “una serie de opciones” presentadas por el secretario de Estado, Pete Hegseth, y que las fuerzas en el Caribe “se preparan para la orden de ataque”, según citó el diario.
Las expectativas no son nuevas. En octubre, Trump tampoco descartó operaciones contra objetivos en tierra y señaló que, de concretarse, informaría al Congreso sobre los resultados.
El despliegue militar estadounidense en la zona ha crecido en los últimos meses bajo la estructura de “Lanza del Sur”. Actualmente, incluye el portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford, con más de 4.000 marineros y decenas de aeronaves; un grupo anfibio con más de 2.200 marines de la 22ª Unidad Expedicionaria distribuidos en los buques USS Iwo Jima, USS San Antonio y USS Fort Lauderdale; varios destructores lanzamisiles, un crucero con misiles guiados, un submarino de ataque nuclear, aviones F-35, drones de reconocimiento y cerca de 150 miembros de operaciones especiales a bordo del MV Ocean Trader.
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