El actual gobierno nacional no para de seguir cometiendo errores gubernamentales que están desdibujando la majestad de la presidencia de la Republica. Estas actuaciones que van en contra vía del ordenamiento institucional están provocando un rechazo profundo de la sociedad colombiana contra la forma irracional como actúa el ejecutivo, frente las relaciones con los Órganos del poder público. Infortunadamente todos los escándalos que se están suscitando al interior del gobierno nacional, están demostrando la forma como se están autodestruyendo la imagen de un estilo gubernamental que permanentemente están cometiendo errores que están empañando la gestión gubernamental. Se están destapando intereses oscuros que están siendo ventilados en los organismos de control y redes sociales, que dejan al descubierto los entuertos ilegales que riñen con la ética y la moral que debe caracterizar a la administración pública. La ciudadanía desconoce los enredos que se están presentando al interior del ejecutivo. Las tensiones que cada día se incrementan entre las relaciones diplomáticas entre Colombia y los Estados Unidos, que hemos venido analizando en anteriores editoriales, y que han desencadenado sanciones drásticas contra el presidente Gustavo Petro Urrego, a su entorno familiar y a su ministro del Interior Armando Benedetti.
Ahora la forma descortés e irrespetuosa del ministro del Interior Armando Benedetti contra la distinguida Magistrada de la Corte Suprema de Justicia, Cristina Eugenia Lombana Velásquez, quien en cumplimiento de sus funciones, tomó como prueba el allanamiento de su vivienda en Barranquilla. No hay derecho que un alto funcionario del Estado trate de “loca, demente y delincuente a esta ilustre togada. Vale aclarar que no es graduada en la Fundación de Educación Superior San José. A ella no le regalaron los títulos. Es abogada de la Pontificia Universidad Javeriana, con estudios de posgrado en Derecho Penal en la Universidad Pantheón-Paris II; Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, Contratación Estatal en la Universidad Externado de Colombia; Administración Pública en Ecole National D’Administration–ENA-, magíster en Derecho Penal de la Universidad EAFIT y candidata a magíster en Derecho Penal Internacional. Se desempeñó como secretaria privada del Despacho del Fiscal General de la Nación en los años 1995 y 1996, jefe de la Oficina Jurídica del Instituto Nacional de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana, Inurbe. Juez de Instrucción Penal Militar en Medellín ostentando el grado de Mayor.
Merece todo nuestro respeto y admiración por su trayectoria académica y laboral, que le hace merecedora de ocupar esta destacada posición en el máximo Tribunal de la Justicia Colombiana. Por tal motivo no hay derecho, que un ministro y el propio presidente de la República, salgan a reprochar esta acción judicial de uno de los siete procesos que se le adelantan en la Corte Suprema de Justicia. Es lo más despreciable y vil como se refirió a esta destacada togada. La justicia merece todo el respeto.
