Diario del Huila

Entre libros y lectores

Mar 15, 2025

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AMADEO GONZALEZ TRIVIÑO

No es sorprendente encontrar rechazo y una animadversión de los estudiantes por la lectura, hoy en día. Desafortunadamente los procesos de selección de libros que los docentes vienen incentivando y motivando casi que obligatoriamente a los estudiantes para adquirir, contribuyen a esa desidia y desinterés por la lectura.

Nos hemos encontrado que la mayoría de las publicaciones que son establecidas en el plan lector de los establecimientos educativos, por políticas de economía de mercado y del consumismo barato y peligroso, son publicaciones que dan mucha tristeza en su contenido, en su presentación y sobre todo, en abrir el camino hacia generar la sensación y el deseo de la lectura.

He podido estar cerca de la búsqueda de padres de familia y estudiantes en satisfacer esas exigencias, y realmente es escalofriante y tortuoso tener que observar a los jóvenes con libros mal editados, especialmente que hacen parte de la piratería de textos que no obedecen a los mínimos cánones de presentación, del tamaño de la letra o de la forma como las reproducciones son tan lamentables, que los textos se descuadernan en el primer paso por sus páginas y en algunos casos, no están completos o se saltan páginas u otras aparecen en blanco.

Todo lo anterior, es un desgaste económico para los padres que se lamentan, por una parte, porque a pesar del bajo costo de dichas reproducciones de libros, no estamos acostumbrados en hacer la inversión, y mucho menos, cuando los estudiantes se limitan simple y sencillamente a transportar el texto para que el profesor quede satisfecho de verlo en manos del estudiante, como muchos de ellos me lo confesaron, y sin importarles o interesarles el mensaje o la razón de ser de su lectura, sin controles de lectura o de comprensión del texto, como debería ser.

Es igualmente preocupante que los mismos docentes que se preocupen de estar generando la cultura de la lectura en sus alumnos, no confronten la posibilidad de que haya formas de adquirir textos que realmente contribuyan en propiciar el afán y la necesidad de la lectura en el estudiante y que a su vez, se proyecten formas o grupos de lectura, que hagan todo un proceso de comprensión de lectura, y a su vez, de ejercicio de la escritura en una interrelación de doble fin, para poder generar espacios, desarrollar ideas, confrontar las mismas y propiciar escenarios de disensos o consensos que contribuyan a la formación del educando.

Alguien decía que es hora de volver a la lectura de textos de escritores nuestros, quizá sea una buena recomendación, pero consideramos que todos los escritores de cualesquier lugar de la tierra, es también de nuestras entrañas y puede servir de base para guiarnos en la buena lectura, lo esencial, es generar y desentrañar realmente escritores que conciten el interés del lector en la búsqueda de ese mundo de palabras, párrafos y capítulos de muchas de nuestras obras, lleguen a involucrar al lector en su mundo, en su fantasía, y que a partir de ella, se llegue a entender la realidad que se viven y las formas de transformarnos para bien de todos ellos, de nuestros semejantes, de nuestro entorno y de nuestra razón de ser existencial.

Sea esta la ocasión para hacer un llamado de atención a docentes, padres de familia y acudientes o personas encargados en la formación de las juventudes en nuestra región y a su vez, para llamar la atención de las autoridades educativas, de los libreros y de los proveedores de sueños y de esperanzas en las juventudes, que los textos que se busquen y se señalen para la senda de un aprendizaje nuevo, revitalizado y que genere el habito de la lectura, sean obras que nos atrapen, que nos envuelvan en la necesidad de hacer de la lectura una realidad y no esa odiosa manía de perseguir o de acabar con nuestros sueños o nuestros ratos de esparcimiento, como la gran mayoría de los educandos así lo conciben.

Y que los padres le dediquen un poco de tiempo a estar conjuntamente con el niño, con el adolescente, con el joven, en la lectura, ese ejemplo y esa posibilidad de interactuar en ese ejercicio, harán parte de un proceso que nos hace falta y que nunca es tarde para acometer en búsqueda de lectores y de hábitos de lectura.

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