Es frecuente escuchar en los medios de comunicación, redes sociales y en los miles de mensajes que provienen de los influencers que son financiados con recursos públicos, que el sistema nacional de salud ha mejorado el bienestar de las familias colombianos. Es risible y al mismo tiempo detestable la forma como desde el ejecutivo nacional difundan esta clase de mensajes que tergiversan la verdadera realidad critica que están padeciendo las familias colombianas, que no encuentran respuestas oficiales para superar las dificultades orgánicas que presentan. Las entidades EPS y la red hospitalaria nacional se sientan incapaces para prestarles una atención adecuada, porque el gobierno nacional no les gira los suficientes recursos para financiar este importante sector vital para la supervivencia de los colombianos.
Es mucha irresponsabilidad de las autoridades de la salud a nivel nacional, que estén jugando y pongan en peligro el bienestar de los hogares colombianos, mientras los recursos oficiales los estén utilizando para financiar la voraz fronda burocrática del ejecutivo, lo mismo que desviando los recursos del presupuesto nacional para financiar el traslado de indígenas y organizacionales sociales a otras ciudades para que le aplaudan los discursos incendiarios del presidente de la república. Igualmente, para sufragar los costos suntuarios para los viajes al exterior del presidente de la república y de todo el sequito que los acompaña. Durante los últimos tres años ascienden a 71. Y como si fuera poco, la financiación de los programas de subsidios que les otorgan a los delincuentes para que no maten y las compras de predios sobrevaluados para seguir entregando tierras a las comunidades indígenas y campesinos que, en la mayoría de los casos, no están siendo aprovechados de manera productiva. Lo anterior, está incentivando las invasiones de predios por parte de estos delincuentes que no respetan la propiedad privada en algunas regiones del país.
Pero lo más grave e infame que se está presentando, es la falta de apoyo adecuado que tienen los pacientes que sufren enfermedades raras o huérfanas en el país. A la fecha han fallecido 1501 personas con estas patologías durante el presente año, porque no reciben los medicamentos vitales, ni la asistencia médica oportuna. Las EPS, ni los hospitales no reciben los recursos nacionales. Es muy deprimente este panorama que se está presentando. El gobierno nacional está en modo electoral. El constituyente primario les va a pasar factura a los sectores políticos afectos al ejecutivo nacional. Viven soñando en la nebulosa y la estratosfera que van a arrasar en las próximas elecciones. Les van a pasar facturas de cobro por estos exabruptos, así no los crean los áulicos del gobierno nacional. Se observa un descontento general entre las comunidades y va creciendo el arrepentimiento de las personas que respaldaron este experimento democrático, que ha demostrado su incompetencia e ineptitud para manejar los asuntos de Estado.
