Por: Harold Salamanca.
Enero está establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el mes de la concientización sobre el cáncer de cuello uterino, una oportunidad fundamental para unir esfuerzos y generar conciencia sobre esta enfermedad que, a pesar de ser prevenible y tratable, sigue cobrando la vida de miles de mujeres cada año, especialmente en países de ingresos bajos y medios como Colombia. Desde la Fundación SALBO, que lidera en el país la eliminación del cáncer de cuello uterino, reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de la vida y la salud de las mujeres, promoviendo acciones concretas que contribuyen a eliminar esta enfermedad como problema de salud pública.
El cáncer de cuello uterino es causado por el virus del papiloma humano (VPH), una infección común que puede prevenirse mediante la vacunación. En Colombia, la vacuna contra el VPH está dirigida a niños y niñas entre los 9 y 17 años, en una dosis. Esta medida no solo protege a las generaciones futuras, sino que también simboliza un acto de justicia social al brindar acceso equitativo a herramientas de prevención esenciales. En este sentido, hacemos un llamado a los padres y cuidadores para que prioricen la salud de sus hijos y accedan a este servicio que es gratuito.
La detección temprana es otro pilar fundamental en la lucha contra esta enfermedad. En mujeres mayores de 25 años, las pruebas de detección, como la citología y el examen de ADN para el VPH, son prioritarios. En nuestro país, estos exámenes no tiene costo para las mujeres por las Empresas Promotoras de Salud (EPS). Sin embargo, a pesar de esta disponibilidad, los niveles de cobertura siguen siendo bajos debido a la falta de información y las barreras de acceso en las comunidades más vulnerables. Por ello, desde la Fundación SALBO trabajamos incansablemente para educar y empoderar a las mujeres, recordándoles que la prevención salva vidas.
Este mes también es una oportunidad para reflexionar sobre las desigualdades en el acceso a los servicios de salud. Mientras que en algunos sectores de la población el acceso a las actividades de vacunación y la detección temprana son más factibles, en otros sigue siendo una causa importante de discriminación, sufrimiento y muerte. La eliminación de esta enfermedad no será posible si como sociedad, todos y cada uno de nosotros no abordamos desde nuestras responsabilidades y posibilidades las brechas existentes en nuestro sistema de salud. hsalamanca@fundacionsalbo.org
