La controversia por la declaratoria política del Senado que reconoció al “Cartel de los Soles” como organización criminal transnacional tuvo respuesta directa del presidente Gustavo Petro.
Mientras la Cámara Alta aprobó con 33 votos a favor y 20 en contra esta proposición, y el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, afirmó que ese grupo no aparece en los análisis de amenaza oficial, el jefe de Estado reforzó esa misma línea con un pronunciamiento en el que negó la existencia de dicha estructura en las investigaciones judiciales de Colombia.
“En nuestras investigaciones judiciales sobre el narcotráfico no aparece un ‘cartel de los soles’”, aseguró Petro, al cuestionar la narrativa en torno a la supuesta organización vinculada a militares venezolanos.
El mandatario explicó que las rutas de la cocaína hacia Venezuela no se originan en Apure, sino en el centro de Colombia: “La cocaína que llega a Venezuela en Apure, llega desde el centro de nuestro país. En Arauca no hay cultivos de hoja de coca, luego la cocaína que se pueda embarcar en Apure tiene como origen regiones cercanas a Bogotá”.
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Petro también se refirió a la situación en la frontera con Norte de Santander:
“Del lado del Catatumbo la cocaína es manejada por los grupos armados que se han fortalecido allí desde que cerraron la frontera”, puntualizó, en alusión a las disidencias y otras estructuras armadas ilegales.
En su balance de la política antidrogas, mencionó avances en sustitución voluntaria:
“Hoy ya tenemos más de 5.000 hectáreas en proceso de erradicación voluntaria. Y existe un proceso de paz con zona de concentración ya acordada”.
Sobre el fenómeno del Tren de Aragua, Petro señaló que se trata de una banda criminal conformada principalmente por migrantes en situación de exclusión, y descartó que pueda catalogarse como terrorismo: “Del tren de Aragua hemos capturado decenas de integrantes, se componen de migrantes excluidos llegados de Venezuela y dedicados a actividades delincuenciales que no se pueden denominar como terroristas. Creo que una buena política de inclusión juvenil con destino a migrantes podría eliminar la violencia en estas personas”.
El presidente sí reconoció prácticas terroristas en grupos como el Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las FARC, especialmente en el Cauca:
“Grupos como el EMC del Cauca han desarrollado actividades que sí se pueden catalogar como terrorismo, al afectar masivamente a la población civil con explosivos o al usarla como escudos ante las acciones del ejército”.
Finalmente, Petro llamó la atención sobre el fenómeno del sicariato urbano, al que atribuyó la mayor parte de los homicidios en Colombia:
“La mayor parte de las y los colombianos que son asesinados, lo son por sicariato urbano. El sicariato urbano procede de las bandas urbanas que por decenas se han formado en Colombia. He pedido una unidad del gobierno y de la fiscalía que trabajen juntos en el desmantelamiento de las bandas urbanas que incluya el sometimiento a la justicia. Donde hemos aplicado esta política hemos reducido la violencia local”.
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