Debido a las fuertes lluvias registradas en Neiva, una de las problemáticas más presentadas en la ciudad es la caída de árboles de más de cinco metros de altura, que por el peso del ramaje se desploman y los que se han caído, no estaban en riesgo. Hasta el momento, la ciudad no cuenta con el plan de silvicutura, que tiene un costo de $7.800 millones y que nunca se ha realizado en el Municipio, estudio básico para evaluar más de 73.280 especies.
Asimismo, debido a las altas temperaturas de los distintos entes territoriales, estas plantas son indispensables para la calidad de vida de los habitantes.
Ahora, los municipios que ya tienen aprobado el Plan de Silvicultura Urbana son: Tesalia, Gigante, Hobo, Oporapa, Acevedo, Suaza, Garzón, Nátaga y Campoalegre. Entre tanto, las localidades que presentaron el plan y se les hizo requerimientos de ajustes son: El Agrado, Altamira, Palestina, Pitalito, Saladoblanco, San Agustín, Teruel, Isnos, Yaguará, El Pital y Algeciras.
Atentos mandatarios
Y ante la caía de árboles que ya ocasionaron tragedias, este medio de comunicación, dialogó con Camilo Agudelo, director de la Corporación Autónoma del Alto Magdalena (Cam), quien manifestó: “de los 37 municipios que tiene el departamento del Huila, 10 cuentan con el plan de silvicultura urbana, por ende, el llamado es para que los restantes los formulen, ya que permite conocer ¿cuántos árboles hay en la ciudad?, ¿cuáles requieren podas? y los que deben ser eliminados, o si hay nuevas áreas que requieren ser arborizadas, hacer control de plagas y enfermedades. Ese es el instrumento que nos ayuda a organizar todas las especies”.
Hay que tener en cuenta las altas temperaturas de los distintos entes territoriales, por ende, estas plantas son indispensables para la calidad de vida de los habitantes de las localidades.
Por este motivo, la entidad ambiental, ha hecho los requerimientos a los Municipios, que aún no cuentan con este plan para que lo hagan y de esta manera presentarlos ante la Cam, cuyos funcionarios son quienes aprueban estas estrategias.
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Los entes territoriales
Y en relación a quien le corresponde velar por el bienestar de los árboles. “Ahora los planes de silvicultura, son responsabilidad de los municipios, he dialogado con los alcaldes, y sé que existe la voluntad de realizarlos, pero necesitamos concretarlos, es un instrumento esencial para manejar la seguridad de las personas, y operar la ecología urbana de la ciudad”, resaltó el directivo.
Ahora, el funcionario indicó que si la comunidad, conoce del riesgo que representa una especie, puede informar en la Oficina de Gestión del Riesgo, en casos que estén en una cuestión inminente de caída o de muerte. Y los árboles que se encuentran en zonas públicas, son administrados por el Municipio.
La problemática
Asimismo, dialogamos con Amelia Monroy, directora de la Oficina para la Gestión del Riesgo de Neiva, quien señaló: “en está época de lluvia atípicas y torrenciales, uno de los problemas más presentados en la ciudad, tiene que ver con material leñoso. Son árboles de más de cinco metros de altura”.
Y en cuanto a las caídas de los mismos, la administradora indicó que esto se debe al peso del ramaje y de los caídos en la ciudad, no se encontraban en la lista de riesgo, eran frondosos y estaban verdes.
“En el caso del cuidado de los mismos, es la Secretaría de Medio Ambiente la encargada de verificar su estado. En nuestra dependencia, lo que hacemos es intervenir siempre y cuando presenten riesgos latentes, y este aspecto lo determina la Comisión de Árboles, de la que hace parte la Policía Ambiental, las empresas prestadoras de servicios públicos, Medio Ambiente y la de Gestión del Riesgo, que hace el estudio técnico y basados en ese informe, sí es en espacio público, se realizan las respectivas podas, y a quienes deseen aprovechar este recursos, se les dan la autorizaciones para que lo hagan”, dijo la funcionaria.
Los que no necesitan ningún permiso para derribarlos, son los árboles frutales.
“En cuanto a las variables analizadas y que afectan la ciudad, es que muchos de los árboles sembrados, no son acordes al clima y a las zonas de afluencia pública, así suceden con los ceibos, cauchos, que no son aptos para estas áreas”, explicó Amelia Monroy.
Asimismo, se buscó conocer ¿cuántos especies se encuentran en riesgo?, por que, de la Administración pasada, recibieron cerca de 600 árboles en esa situación, que no se intervinieron. Y han analizado en el 2024 y en lo que va de este año, alrededor de 400 y debido a las lluvias, todos los días reciben solicitudes, entre 30 y 70 peticiones para actuar contra las especies.
Además, la directora indicó. “Neiva no tiene plan de silvicultura, que nunca se ha hecho en la ciudad y cuesta alrededor de $7.800 millones de pesos para hacerle el estudio a más de 73.280 árboles”.
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Una víctima
Hay que recordar un hecho lamentable dejado por la caída de un árbol en la carrera quinta con calle 25 barrio Sevilla, que propició un trágico accidente, cuando un árbol de gran tamaño colapsó y cayó sobre dos vehículos, causando la muerte de Jader Andrés Charris de 21 años de edad.
Al respecto, se conoció que uno de los vehículos afectados, fue un Nissan Sentra de placas BFF-591, que transitaba por la zona cuando repentinamente un árbol, debilitado por las intensas lluvias de los últimos días, se desplomó sobre el automotor.
Y la magnitud del impacto dejó gravemente herido al conductor identificado como al conductor de 30 años de edad, quien fue rescatado por organismos de socorro y trasladado de inmediato a un centro asistencial. Sin embargo, pese a los esfuerzos médicos, el hombre falleció minutos después debido a la gravedad de sus heridas.
Suelos blandos
Este lamentable episodio no es un caso aislado. Ya días antes, un ceibo de gran tamaño colapsó en la misma zona, generando solo daños materiales. Estos hechos han encendido las alarmas en la comunidad, pues la temporada de lluvias ha provocado el debilitamiento de varios árboles en la ciudad.
Ante la creciente frecuencia de estos sucesos, los organismos de emergencia han hecho un llamado a la ciudadanía para que reporten árboles que presenten inclinaciones o signos de deterioro. Según expertos, el reblandecimiento del suelo y el aumento de la humedad pueden comprometer la estabilidad de los árboles, representando un riesgo latente para peatones y conductores.
