Por: Harold Salamanca
El VPH es un problema de todos. Sin embargo, aún lo tratamos como un tema ajeno, relegado a ciertos grupos o asociado solo a las mujeres. Esta percepción errónea tiene consecuencias devastadoras: más de 600.000 personas son diagnosticadas cada año con cánceres relacionados con el VPH, y miles mueren por enfermedades que hoy son prevenibles. La realidad es clara: si queremos eliminar el cáncer de cuello uterino y otros tipos de cáncer vinculados al VPH, debemos cambiar la manera en que enfrentamos este virus.
Este 4 de marzo, la INTERNATIONAL PAPILLOMAVIRUS SOCIETY – IPVS realizará un panel en conmemoración del día internacional de concientización sobre el VPH, en la agenda está previsto proponer diferentes estrategias para avanzar en la eliminación del cáncer relacionado con el VPH: la construcción de alianzas inclusivas. La evidencia es clara solo mediante la colaboración entre comunidades profesionales de la salud, responsables de políticas públicas y líderes sociales lograremos fortalecer la prevención, el acceso a la vacunación y la eliminación de la desinformación.
Uno de los mayores desafíos en la eliminación del VPH es la persistencia de mitos y percepciones erróneas. Muchas personas aún creen que el VPH es solo un problema de las mujeres o que la vacuna es innecesaria en hombres. Estas falsas creencias no solo limitan la cobertura de vacunación, sino que perpetúan una barrera cultural que impide la acción conjunta. Es urgente que los hombres nos incluyamos en este diálogo, no solo como receptores de la vacuna, sino como actores clave en la promoción de la salud sexual y reproductiva.
La equidad debe ser la base de nuestra estrategia. No basta con aumentar la cobertura de vacunación en centros urbanos si las comunidades más vulnerables siguen sin acceso. La prevención del VPH debe convertirse en una prioridad de salud pública, con programas diseñados para llegar a poblaciones en riesgo, sin importar su ubicación o condición socioeconómica.
Como activista y defensor de la salud asumo con determinación la tarea de fortalecer la conciencia ciudadana sobre los riesgos del VPH y la prevención de los cánceres asociados. La vacuna contra el VPH y las pruebas de detección son herramientas que pueden salvar millones de vidas, pero solo si garantizamos que realmente lleguen a quienes más las necesitan.
Hoy, más que nunca, la acción colectiva es el único camino. La desinformación no te hace inmune. hsalamanca@fundacionsalbo.org








