La llegada por segunda vez a la Casa Blanca del líder carismático Donald Trump, se convierte en un acontecimiento con una trascendencia superlativa. A pesar de que pesan fundados cuestionamientos que han sido investigados por las autoridades judiciales del pais del Tío Sam, regresa al poder en los Estados Unidos con una abultada agenda extrema, bastante controvertida y de alto impacto en un mundo polarizado, con una elevada desconfianza en el modelo democrático. Lo anterior, pueden generar transformaciones en el rumbo de la historia, la cual coloca en ascuas a todos los lideres del mundo por las implicaciones que se generen en la nueva geopolítica mundial. Y no está para menos. Los anuncios que ha venido planteando con antelación a su posesión, así lo demuestran. No interesan las bajas temperaturas que por esta época se presentan en Washington, miles de estadounidenses, han venido haciendo cola desde hace dos días, para participar como espectadores de este magno evento democrático.
Dentro de los invitados especiales, están los principales lideres del mundo. La Casa Blanca no le cursó a Petro la invitación de rigor para asistir a una posesión que se anuncia fastuosa: notable contraste con el ganador de las elecciones de julio en Venezuela, Edmundo González, invitado especial al acto. O con el presidente argentino, Javier Milei, quien también fue convidado. Dentro de sus propuestas bastantes controvertidas para la política exterior de los Estados Unidos, está la sacada masiva de inmigrantes ilegales que están generando la mayor ola de inseguridad en las ciudades, hechos que jamás se habían presentado en la historia de este país. Mañana martes, los ilegales van a empezar a sufrir el peor viacrucis de sus vidas. La sociedad estadounidense aplaude esta decisión, la cual a generar un caos social de grandes proporciones para los países de donde proceden y por donde han circulado, con la complaciente de organizaciones criminales.
Otras decisiones que se anuncian como el endurecimiento de las medidas proteccionistas para el comercio exterior, mediante el aumento de aranceles, la desregulación, los recortes de impuestos y un nuevo rediseño de la burocracia gubernamental, buscan optimizar la prestación de los servicios gubernamentales y mejorar las finanzas públicas. También, la lucha de la política antidrogas va a cambiar. El solo anuncio de bombardear a los carteles mexicanos y endurecer su acción contra los países productores y comercializadores de sustancias sicoactivas, genera temor a la comunidad latinoamericana y a nuestro país. La retoma de la posesión del Canal de Panamá, es otro anuncio que genera miedo a estas naciones. Los países con gobiernos de izquierda van a tener dificultades con las relaciones bilaterales con los Estados Unidos. No queremos ser trágicos con estos anuncios, Pero como se ve la agenda que hoy anunciará en el discurso de posesión, se confirmaran o no tales hipótesis.
