Diario del Huila

El principal problema de Colombia y América Latina

Jun 24, 2025

Diario del Huila Inicio 5 Opinión 5 El principal problema de Colombia y América Latina

Por: Carlos Tobar

El economista jefe del Banco Mundial, William Maloney, dio unas declaraciones, a través de videollamada, al portal Bloomberg Línea que fueron el reconocimiento sin tapujos de la causa fundamental del estancamiento productivo de América Latina y el Caribe: un modelo de crecimiento fallido. Afirmó que no es simplemente el bajísimo crecimiento de la productividad en los últimos decenios, sino un modelo que a lo largo de los últimos 100 años ha fracasado en el objetivo de resolver las necesidades y aspiraciones de los pueblos latinoamericanos.

Nunca, en todos mis años de hacer seguimiento a las declaraciones de funcionarios de organismos multilaterales que orientan la economía mundial, había encontrado tal grado de franqueza. Quienes por décadas hemos criticado las políticas de desarrollo de nuestros países como insuficientes, incompletas, minusválidas…, siempre recibimos de la contraparte oficial -llámese gobiernos u organismos internacionales- afirmaciones en sentido contrario.

Nos dijeron, una y otra vez, que el presente y el futuro de nuestros pueblos estaba garantizado con las políticas recomendadas por el FMI y el Banco Mundial. Organismos que todos los años, revisaban metódicamente y con gran regularidad, el funcionamiento de nuestras economías. Sobre todo, desde las décadas de los años 70 y 80 del siglo pasado, pero, especialmente desde los años 90 cuando empezó la ofensiva del “libre mercado” que condujera al planeta a la globalización liderada por el capital financiero.

Esas políticas las hemos tenido que aplicar a rajatabla porque los gobiernos del país, incluyendo al actual, no fueron capaces de controvertir medidas económicas y sociales que afectaron en materia grave a nuestros pueblos. La desagrarización del país que llevó a que perdiéramos miles de hectáreas y millones de empleos, o la desindustrialización que desapareció miles de empresas y millares de fuentes de empleo productivo, o los precarios desarrollos de la infraestructura vial, de transporte, de servicios públicos (v.gr. energía), o de educación y salud, son ejemplos gruesos de esas afectaciones.

Mientras esa política les sirvió a los países desarrollados se convirtió en un paradigma inmodificable. Todo era libertad económica. Levantar la voz para proponer que se protegiera los mercados internos, particularmente de los países en desarrollo, donde descansa la formación de capital, la creación de empresas, las fuentes de empleo productivo, la educación avanzada…, en fin, el desarrollo económico y social, la prosperidad verdadera, fue silenciado. No solo con el uso de la fuerza y la coerción, sino con una ofensiva ideológica que tildaba de “dinosaurios” a quienes nos atreviéramos a controvertir los ucases del “libre comercio”.

Hoy que una de las potencias capitalistas, la más importante de las últimas décadas, los EE. UU., está perdiendo la batalla productiva frente a sus rivales, grandes, medianos y aun pequeños. El gobierno de ese país, en un acto de desesperación entendible propugna por la propuesta contraria: el proteccionismo. Hoy proteger el mercado interno si es válido. Lo está haciendo, utilizando una de las últimas armas que le quedan: los aranceles. Esos instrumentos que por mucho tiempo nos negaron.

El mundo que se abre es uno en donde el eje de la política de desarrollo económico y social hacia la prosperidad para los pueblos de todos los países es la soberanía económica: los pueblos y países en pie de igualdad buscaremos el bienestar de nuestra gente. Miles de empresas, millones de empleos, lo más avanzado del conocimiento, uso pleno de los recursos de cada nación. Sin intromisión extranjera o vasallaje alguno.

Neiva, 23 de junio de 2025

Tal vez te gustaría leer esto