El presidente colombiano negó la existencia del ‘cartel de los Soles’ y se distanció de Washington, mientras crecen las tensiones por el futuro de Venezuela y la lucha contra el narcotráfico.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
En un momento en el que Estados Unidos ha intensificado la presión sobre Nicolás Maduro y duplicado la recompensa por su captura, el presidente Gustavo Petro ha sorprendido con un respaldo público al régimen venezolano. El mandatario colombiano no solo desestimó la existencia del llamado cartel de los Soles, estructura criminal que Washington atribuye al chavismo, sino que además advirtió que una eventual intervención militar norteamericana en Venezuela sería un error histórico para la región.
El gesto de solidaridad hacia Caracas ocurre justo cuando la relación entre la Casa Blanca y la Casa de Nariño atraviesa uno de sus momentos más frágiles. Al mismo tiempo, Colombia espera la decisión del expresidente Donald Trump, aspirante a la reelección, sobre una posible descertificación en la lucha contra las drogas, motivada por los pobres resultados en la erradicación de cultivos ilícitos.
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Distancia con Washington
“Ni Colombia, ni la oposición venezolana en Venezuela, ni ningún latinoamericano que se respete, debe solicitar ni alegrarse con una invasión extranjera en nuestro suelo. Los problemas de los latinoamericanos y caribeños los solucionamos los latinoamericanos y caribeños”, aseguró Petro en una declaración que marcó distancia con la política exterior de Washington.
La afirmación coincidió con un episodio confuso. Un trino del mandatario fue interpretado como el despliegue de 25.000 soldados en la frontera con Venezuela, lo que Maduro celebró públicamente como una decisión de apoyo. Sin embargo, el Gobierno colombiano aclaró que se trataba del pie de fuerza habitual, distribuido en distintos puntos de los 2.219 kilómetros de frontera común.
De acuerdo con cifras oficiales, en Norte de Santander operan 10.000 hombres del Ejército, mientras que Arauca y La Guajira concentran otros 9.000 uniformados. A esto se suman 2.600 integrantes de las Fuerzas de Despliegue Rápido, disponibles para refuerzos inmediatos.
Contradicciones internas
El respaldo de Petro al chavismo ha generado cuestionamientos incluso dentro de su propio gabinete. La canciller Rosa Villavicencio, cercana ideológicamente a Caracas, sostuvo tras reunirse con diplomáticos de Estados Unidos que no existe ninguna intención de una intervención militar en Venezuela. La diferencia en los mensajes refleja, según expertos, una falta de coherencia en la política exterior colombiana.
“Frente a uno de los escenarios más desafiantes que ha enfrentado esta región, la respuesta del Gobierno colombiano está plagada de contradicciones, de información falsa y de desarreglo institucional”, advirtió Sandra Borda, doctora en Ciencia Política de la Universidad de Minnesota.
Reacciones encontradas
Las declaraciones de Petro también han provocado reacciones entre figuras de la política nacional. La excanciller Marta Lucía Ramírez cuestionó la cercanía con Caracas y celebró la ofensiva de Washington en el Caribe. “La dictadura venezolana, primero bajo Chávez y ahora con Maduro, ha sido clave en el crecimiento del narcotráfico, facilitando rutas de salida para la droga. Lamento que el Gobierno colombiano guarde un silencio cómplice en vez de respaldar la transición democrática en Venezuela”, expresó en una columna.
Por su parte, el excanciller Julio Londoño Paredes señaló que, mientras Colombia no se involucre directamente en un conflicto, el costo diplomático frente a Washington será limitado, aunque reconoció que la postura de Petro podría influir en la decisión de Trump sobre la certificación.
Riesgo en las Fuerzas Armadas
Ronal Rodríguez, del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, advirtió que la cercanía con Maduro puede minar la confianza de las Fuerzas Armadas colombianas hacia el presidente. “La realidad es que los cuerpos de seguridad colombianos ven en Venezuela a un enemigo, un país que ha respaldado a grupos ilegales y desde donde se han orquestado atentados contra líderes y autoridades en Colombia”, afirmó.
Un apoyo de vieja data
El respaldo de Petro a Maduro no se limita a las recientes declaraciones. Desde hace meses se ha reflejado en iniciativas como el memorando que establece una zona binacional en la frontera, un proyecto que, según críticos, abre más interrogantes que soluciones. Aunque Bogotá no ha reconocido formalmente los resultados de las cuestionadas elecciones del 28 de julio, la relación con Caracas sigue consolidándose en medio del aislamiento internacional del régimen chavista.
En definitiva, la defensa de Petro hacia Maduro abre un nuevo capítulo en la diplomacia regional. Mientras Estados Unidos intensifica la presión contra Caracas, Colombia apuesta por el diálogo y la no intervención, una estrategia que, si bien busca fortalecer la autonomía latinoamericana, podría traerle al país costos políticos y diplomáticos significativos en los próximos meses.
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